La meditación es una herramienta para mejorar la calidad de vida, aumenta la energía y tranquiliza. Esta práctica ancestral ayuda a la concentración, la memoria, la salud así como a mejorar el organismo.El poder de la meditación guiada reduce el dolor. Sin embargo, es necesario que tengas una guía.
La meditación
El primer paso para iniciar esta práctica es observar el dolor y no alejarlo. Respirar profundo y exhalar. La idea es enfocarse para observarlo objetivamente, y enfocarse en lo que se vive.
¿Cómo realizarla?
-Siéntate en una silla, con espalda y cuello alineados a la columna. Frente y hombros relajados. Pies tocando el suelo y manos sobre los muslos.
-Inhala y exhala profundamente. Aleja pensamientos.
-A medida que respiras, enfoca tu mente en el lugar donde sientes la molestia. Coloca un color a esa sensación.
-Sigue respirando y, a medida que coloreas esa zona de tu cuerpo, siente como con cada exhalación disminuye el dolor.
-Una vez realizada la meditación, abre los ojos y percibe cómo este sencillo proceso calma progresivamente el dolor.
Beneficios
-La meditación estimula la autocuración, nos proporciona mayor consciencia y creatividad y refuerza las zonas del cerebro asignadas a la felicidad y estimula el sistema inmunológico.
-Esta práctica también ayuda a disminuir la tensión arterial y el ritmo cardiaco, gracias a las técnicas de relajación, algo que nos permite tener un menor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
-La meditación es una terapia compatible con el método científico, de manera tal que puede perfectamente realizarse mientras cumples tu tratamiento tradicional .
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