La uva, es una fruta originaria de Europa y los beneficios de esta maravillosa fruta son increíbles y muy variados, su exquisitez se encierra en sus pequeños granos.
Tanto las uvas rojas como las verdes disponen de grandes virtudes, aunque cada una de ellas ayuda a determinadas cosas que, sin duda, siempre es bueno saber. arrepentirás
Antioxidante
Esta maravillosa fruta combate los daños de los radicales libres, ayudándolos a retrasar la aparición de las arrugas, pues son muchos los tratamientos de belleza cuyo ingrediente principal es la uva machacada. Ten en cuenta que cuida la piel y la mantiene joven durante más tiempo.
Antiinflamatorio
A la hora de mejorar enfermedades o síntomas que impliquen una respuesta inflamatoria, bien sea aguda o crónica, la uva contribuye muy positivamente en el organismo.
Diurético
Elimina de manera natural el exceso de líquidos retenidos en el organismo, y favorece la expulsión de productos de desecho y toxinas del cuerpo.
Protegen el hígado
Una de sus propiedades más significativas, se basa en el efecto hepatoprotector que ejercen sobre el hígado. Esto se debe, principalmente, al resveratrol, que actúa protegiendo al hígado y favoreciendo su buen funcionamiento. Las personas con hígado graso, pueden beneficiarse especialmente de sus propiedades.
Hipertensión y artritis
Favorecen la función de los riñones, y así se desintoxica la sangre. Esto resulta saludable para mejorar los casos de ácido úrico alto, y también para las personas que tienen artritis.
La uva protege tu vista
Las antocianinas de la uva no solo son excelentes para prevenir enfermedades oculares degenerativas, como las cataratas, sino que ayudan a mantener la agudeza visual durante más tiempo. Estas resultan especialmente interesantes para personas con diabetes, pues, además de que las antocianinas contribuyen a prevenir la retinopatía diabética.
Rojas
– Evitan el cáncer.
– Previenen enfermedades cardiovasculares.
– Evitan el estreñimiento.
– Cuidan el estómago.
– Evitan infecciones.
– Proporcionan ácido fólico.
Verdes
– Bajas en grasa.
– No tienen sodio ni colesterol.
– Ricas en minerales.
– Previene cáncer de colon, hígado y el Alzheimer.
– Cuidan los huesos.
Recomendaciones
– Se puede comer un racimo al día o, en su defecto, un vaso de jugo recién hecho después de la comida principal.
– Si incluyes la piel y las semillas, te será bueno para el estreñimiento, pero puedes evitarlas si lo deseas, a la hora de hacerte un jugo.
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