La limpieza profunda del rostro es necesaria, pero es indispensable que identifiques cuál es el problema piel y la zona a tratar para saber el mejor tratamiento a seguir.
Cada mujer tiene un tipo de epidermis diferente, por ejemplo, si tu cutis es graso debes hacerte una limpieza semanal para lograr un equilibrio. Si por el contrario, tienes una piel mixta o seca, puedes aplicar tu tratamiento cada dos semanas.
Pasos a seguir
1 Lava bien tu cara con agua y algún jabón neutro, también puedes usar un gel facial o un producto desmaquillante que se ajuste a tu cutis. Retira el jabón o crema con agua fría para estimular la circulación.
2 Para limpiar bien los poros, primero debes abrirlos, por lo que puedes masajear con la yema de los dedos el área del mentón, bozo, entrecejo y cuello. De esa manera, propicias la producción de colágeno y elastina a nivel celular.
3 Aplica vapor. Esto lo puedes lograr al colocar tu rostro frente a una olla con agua caliente, siempre dejando un espacio de 30 centímetros. Para hacerlo más efectivo, cubre tu cabeza con una toalla o paño. Ten mucho cuidado, para que no se derrame el agua. Si en tu casa tienes niños pequeños, por seguridad, mejor aplícate paños calientes en la cara.
4 Luego de abrir tus poros, procede a exfoliar tu rostro. Aplica un exfoliante y extiéndelo por toda tu cara con un masaje suave. Puedes usar tus manos, pero si está dentro de tus posibilidades usa un cepillo especial, de esta manera, podrás eliminar con mayor efectividad las impurezas.
Limpieza profunda: recomendaciones
Es imprescindible desmaquillarse todos los días antes de dormir. Aplica una crema hidratante que se ajuste a tu tipo de piel. Algunas las zonas de tu rostro quedarán un poco enrojecidas, por lo que puedes calmarla con un tónico o mascarilla. Aplica con un algodón limpio.
– La loción puede que no sea suficiente para hidratar correctamente, así que puedes añadir alguna crema humectante.
– Finalmente, no te maquilles durante las próximas 2 horas, ya que tus poros siguen abiertos y los cosméticos podrían afectar tu rostro. De ser posible, haz este tratamiento en un día que no tengas que salir, para que tu piel se regenere. Cuando apliques el exfoliante, ten cuidado con los ojos para que no te lastimes.
Tipos de piel
Grasa: requiere limpiezas más frecuentes, pero también menos profundas. Se recomienda que, al menos una vez al mes, realices un tratamiento para retirar la suciedad y polución del ambiente.
Seca: es muy propensa a la aparición de arrugas, por lo que necesitas limpiezas que te ayuden a rejuvenecer el rostro. Utiliza jabones de leche suaves.
Mixta: no es necesario que apliques un tipo de limpieza diferente en casa zona, solo utiliza productos que no sean agresivos y aplícalos con algodón suavemente.
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