Los ciclos de la vida atravesamos por etapas que socialmente son aceptadas como naturales o normales. Desde el punto de vista astrológico, estos momentos se pueden relacionar con la estructura de las 12 casas de la carta astral, los ciclos de los planetas y los aspectos que forman cuando un punto del mandala natal.
Los ciclos de la vida
El zodiaco se expresa en una rueda de 360 grados dividida en 12 áreas conocidas como casas. Cada una tiene una regencia planetaria y en ella se producen eventos del ciclo de vida que puede variar en intensidad dependiendo de los astros involucrados.
La división en los cuatro cuadrantes
Los cuatro cuadrantes del sistema de casas corresponden a las cuatro fases principales de la vida, que tienen una duración de 18 años. A cada casa se le asignan 6 años que multiplicados por 12 da un total de 72 años, que al dividirlo en cuatro reflejan 18 años para cada momento. Los cuadrantes o etapas son: Manifestación del (0 – 18 años); Desarrollo Social (18 -36 años); Cultivo del Contacto (36 – 54) y Ser uno Mismo (54 – 72).
La manifestación del yo
Comprende entre 0 y 18 años. Se vincula con las Casas I, II y III, asociadas con los signos Aries, Tauro y Géminis, involucrando la energía de Marte, Venus y Mercurio, es decir, los planetas personales. También se vincula la Luna por el rol que ejerce la figura de la madre en el periodo de sobrevivencia y adaptación a la vida del individuo. En este momento se producen cambios importantes en lo personal y social, a través de los procesos educativos, la crisis de la pubertad y la adolescencia. También pueden presentarse algunos intentos de generar recursos para complacer los gustos. Se descubren talentos físicos y artísticos. La adaptación a los esquemas socialmente es básica para lo que alcanzará posteriormente. Padres, maestros y hermanos se convierten en referentes.
Desarrollo Social o automanifestación social
Esta etapa transcurre entre los 18 y 36 años aproximadamente. Las experiencias son propias de las casas IV, V y VI y ayudan en el proceso de individualización, pues la persona ya tiene suficiente edad para independizarse y transitar su propio camino. Ahora somos considerados adultos. Tal vez, por eso es normal que se produzcan matrimonio, se opte por vivir solo luego de encontrar el primer empleo o celebrar la llegada del primer hijo. Se busca la fama y la proyección social, en la mayoría de los casos a través de los estudios universitarios. En el plazo astrológico se produce el primer retorno de Saturno entre los 27 y 29 años, que deja vivencias que nos cambian la vida, exigiendo orden y estructura. Urano también se dispone a darnos la primera sacudida. Los planetas asociados son la Luna, el Sol y Mercurio con orientación al servicio.
Los ciclos: cultivo del contacto
La llegada de este momento nos indica que estamos entrando a la mitad nuestra vida. Por su relación con las Casas VII, VIII, y IX, seguramente trabajaremos por fortalecer nuestras relaciones con pareja y socios. Entre los 36 y 54 años, intentamos vivir en forma más consciente y pendiente de las personas que forman parte de nuestro círculo familiar. Instintivamente nos preocupa mejorar las relaciones, además de atesorar propiedades y dinero con el propósito de garantizar nuestro bienestar en la próxima etapa de la vida. Saturno nos dará un toque en lo cotidiano y en lo laboral cuando haga aspectos a Urano, Neptuno y Plutón natal. Siempre será recordada como la crisis de los 40. Ahora no somos jóvenes pero tampoco viejos. Las estadísticas reflejan aumento de los divorcios por incompatibilidad de caracteres y regresos a las aulas para cambiar de carreras, o simplemente estudiar lo que no se pudo durante la etapa de la juventud.
Momento de ser uno mismo
Este es conocido como el cuadrante de agua, pues generalmente a partir de los 54 años ya comenzamos a conectarnos con el momento de la liberación de obligación y la jubilación. Tiempo ideal para autorrealizarnos y recibir reconocimientos por los logros alcanzados. Aquí es indispensable comenzar a trabajar los apegos que pueden expresarse en problemas de salud. Para algunas personas, representa la llegada del instante del aislamiento para cumplir sus sueños. Otros prefieren quedarse en casa, distraerse con pasatiempos, la docencia, lo espiritual o atender a sus nietos. Los temas destacados son los asociados con las Casas X, XI y XII y los planetas Saturno, Urano y Neptuno.
Por Eleodina Ramírez Araos
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