El pez mandarín es una de tantas especies que se consiguen en las aguas saladas australiana, en lo profundo de estos mares se agrupan una diversidad de peces, de los cuales el 25% son endémicos del país.
Con una longitud de 6 cm este pequeñín resalta por su gran colorido, pertenece a la familia de los dragoncillos. Se puede conseguir en el océano Pacífico, así como también en Filipinas, Malasia e Indonesia.
Características del pez mandarín
Su nombre fue dado por sus colores azules, verdes y naranjas que están como franjas en su alargado cuerpo dando la semejanza de las túnicas de los mandarines chinos.
Su cabeza es ancha en donde se mezcla el azul celeste con el amarillo y algunas tonalidades naranja que hacen resaltar sus ojos grandes y boca pequeña con dientes afilados.
Posee varias aletas y algunas ventrales que le ayudan a moverse con facilidad en el mar. En los bordes del cuerpo y aletas se pueden apreciar las líneas en color azul marino.
No tiene escamas en su cuerpo, pero si esta cubierto de una película grasa de mal olor y tóxica, lo que lo protege de los depredadores.
Los machos se diferencian pos si espina dorsal que es más larga, alcanzando un pedúnculo caudal. Habita en los arrecifes coralinos puede vivir cerca de 15 años.
Alimentación
Es omnívoro, el tamaño de sus ojos le facilita la caza de sus prensas, así que puede alimentarse de otros animales para subsistir, como crustáceos, anfípodos, isópodos y otros vertebrados.
Reproducción
Es una especie polígama, se pueden reproducir varias veces todo el año. Los machos grandes son los que tienen más éxito antes las hembras.
Primero, realizan un cortejo que puede darse por ambos –macho y hembra- antes del apareamiento. El cual consiste en ampliar sus aletas pectoral y dorsal por parte del macho.
Luego, se realiza una especie de baile entre las especies. El macho se ubica sobre la hembra y ambos peces suben hasta la superficie donde ocurre el desove que generalmente es en horas del atardecer.
La hembra puede liberar 200 huevos en un tiempo aproximado de 5 segundos, no hay ningún cuidado por los padres, estos flotan libremente por la corriente.
Ambos peces vuelven al fondo del mar y el macho comenzará de nuevo en busca de otra pareja.
Una vez en el mar los huevos en tiempo transcurrido hasta convertirse en larvas es de 14 días si se encuentran en una temperatura idónea, estas se alimentan de microorganismos.
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