Los lentes de contacto son discos delgados y transparente que tienen una forma curva la cual le sirve para adaptarse sobre la superficie del ojo, insertadas en la capa lagrimal.
Estos fueron creados para ayudar a corregir los problemas de refracciones más comunes de la vista, como la miopía, la hipermetropía, astigmatismo y la presbicia.
Estos no solo ayudan contribuyen a tener una mejor visión, sino que también ofrecen mayor comodidad a la persona que los usa.
Actualmente en el mercado se pueden encontrar diversos tipos de lentes desde blandos, prolongados, rígidos, desechables, los diseñados para orto-K ortoqueratología y los de tipos cosmético que son los de colores.
Son artículos muy delicados por lo que debe tener extremo cuidado e higiene para evitar posibles infecciones en el ojo
Cómo se deben limpiar los lentes de contacto
1. Limpie las manos con agua y jabón antes de desinfectar los lentes de contacto. Luego, busque el estuche donde los va a guardar y lávelos con suficiente agua.
2. Retire en empaque donde viene los lentes y colóquela en la palma de la mano. Lávelo con la solución para lentes de contacto y frote con la yema del dedo cada lente con mucho cuidado.
3. Vuela a enjuagar con un poco del líquido y coloque dentro del ojo.
4. Al finalizar el día, retire cada lente del ojo, vuelva a lavarlo con el líquido y guárdelo en el estuche con suficiente solución para lentes de contacto.
Consejos para alargar su vida útil
Cambie el estuche donde guarda los lentes cada tres meses.
Si usa una solución para lentes de contacto con peróxido de hidrógeno (agua oxigenada), utilice un estuche nuevo.
Cuando este en la playa o la piscina, quítese los lentes y guárdelos en su respectivo estuche.
No use nunca saliva para desinfectar los lentes.
Jamás los lave con agua de chorro.
Antes de dormir quítese los lentes, así le dará descanso a la vista. A menos que el oftalmólogo lo prescriba.
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