Saber si una perra fue montada por un macho puede ser crucial para quienes buscan controlar la reproducción de su mascota. Existen varios indicios que pueden ayudar a determinar si una perra ha sido montada.
Pero es importante recalcar que, si no se desea que la perra quede preñada, la mejor opción es la esterilización. De esta manera, se evita el riesgo de gestaciones no deseadas y se contribuye al control de la población canina.
¿Perra embarazada?
Una de las prinicpales formas de notar si tu perra ha sido montada, es ver el comportamiento del perro macho. Si ha mostrado un interés inusual por la perra, es posible que haya intentado montarla. Los machos suelen ser persistentes durante el celo de la hembra, y pueden intentar aparearse en cualquier oportunidad.
Después de ser montada, una perra puede mostrar cambios en su comportamiento. Puede estar más tranquila o, por el contrario, más inquieta. Algunas perras lamen sus genitales con mayor frecuencia después del acto sexual.
Una señal física de que la perra ha sido montada es la presencia de secreciones vaginales diferentes a las habituales durante el celo. Puede observarse un flujo más espeso o de diferente color, lo que indica que ha habido penetración.
Después de la monta, la vulva de la perra puede estar más inflamada o sensible. Este cambio puede ser evidente al tacto o a simple vista.
Aunque es difícil de observar, en algunos casos puede haber restos de semen en la vulva o en el pelaje cercano a esta área. Sin embargo, esto no es siempre fácil de detectar y puede requerir una inspección cuidadosa.
Lo más seguro, si se sospecha que la perra ha sido montada y se quiere confirmar, es llevarla al veterinario. Un profesional puede realizar pruebas como la citología vaginal o la ecografía para determinar si ha habido copulación o si la perra está preñada.
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