Para un gato hay ciertos olores que son desagradables e incluso peligrosos, por lo que es recomendable que se mantenga alejado de ellos.
Tener un gato implica ciertas responsabilidades y cuidados. Estos son importantes para formar un buen vínculo para que el animal se sienta cómodo.
Uno de ellos son los olores, aspecto fundamental para los gatos, debido a que su sentido del olfato es muy desarrollado. Así como hay aromas que son una fuente de atracción para los gatos, también hay fuentes de olor que provocan su huida inmediata.
El sentido del olfato de un gato
Al igual que los perros, los gatos tienen un sentido del olfato muy desarrollado. Tal vez no al nivel de los caninos, pero supera con mucha diferencia al de una persona. Solamente en la nariz, un gato dispone de 67 millones de células olfativas, lo que hace que su sentido del olfato sea 14 veces superior al de los humanos.
Aunque no es tan hablado como su sentido de la vista y del oído, el olfato sigue siendo vital para el gato, siendo importante para poder relacionarse con su entorno. Desde la creación de vínculos hasta la caza, el apareamiento y la exploración de alrededores, el olfato es el sentido en el que más confía para obtener información vital.
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Olores peligrosos
Teniendo esta información en cuenta, es importante conocer qué clase de olores ueden hacer huir a un gato. Al ser hogareños, los gatos son animales con unas rutinas. Remover o perturbar estas rutinas puede generarles estrés, sobre todo si se trata de olores.
No es únicamente por simple desagrado, también hay olores que representan peligro para la salud del animal o una amenaza a “su territorio”. Por esa razón, según la página de Experto Animal, estos olores es recomendable evitarlos si se tiene un gato como mascota:
- Cítricos (limas, naranjas, limones…). Sienten una aversión natural a ellos. De hecho, existen repelentes hechos de esta fragancia para mantenerlos alejados de ciertas áreas.
- Plátano. Odian los químicos emitidos por la cáscara. Además, esta fruta se considera tóxica para ellos.
- Arena sucia. Como animales extremadamente aseados, los gatos no soportan que su caja de arena esté sucia, hasta el punto de hacer sus necesidades en cualquier rincón de la casa para vengarse de sus dueños.
- Pino. Aunque haya arenas de gato con esta fragancia, hay que evitar abusar de ellas. El uso excesivo puede llevar a que el gato odie su caja de arena.
- Pescado podrido. No solo el pescado, sino que odian todo lo que esté podrido o en descomposición, al igual que los humanos.
- Pimienta, mostaza o curry. Los alimentos picantes o con aromas fuertes les desagradan, porque los consideran tóxicos.
- Jabones. No soportan los jabones aromatizados, por lo que es recomendable comprarlos sin esencia.
- Productos de limpieza. Los químicos les producen rechazo, así que hay que tener cuidado con los artículos que se usan para limpiar su caja de arena, su plato de comida y el empleado para su aseo personal.
- Lavanda, geranio, tomillo. Estas plantas no las soportan, por eso muchas personas las ponen en lugares de la casa para evitar que hagan desastre o en sus jardines para que no se coman las demás flores.
- Eucalipto. Al igual que con lavanda, el olor les resulta tóxico. Además, los aceites hechos en base a ellos pueden ser nocivos para su salud.
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Los gatos desconocidos también son peligrosos
Existe un aroma que es muy particular entre todos, el de otro gato, principalmente si es desconocido. No hay ningún problema cuando se trata de otros felinos con los que el gato haya tenido una dinámica regular, pero uno desconocido es otra historia. Los gatos son seres muy territoriales y, por lo tanto, la aparición de otro en el hogar puede ponerles los pelos de punta, incluso generar rechazo y comportamientos agresivos.
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2024-03-29
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