El gato Elf, también llamado gato Elfo, es una raza creada en los estados unidos por Karen Nelson, el cual está considerada una raza experimental por la Asociación Internacional del Gato.
Con una apariencia exótica, resultado entre el cruce entre el gato esfinge y el Curl Americano, se creó por las alergias que presentaba Nelson, y la necesidad de tener una mascota.
Aunque existen otras razas felinas sin pelaje, la característica principal de este gato es su rostro. Es delgado y alargado, con o sin bigotes y cejas, con orejas puntiagudas y dobladas. Es un gato de tamaño mediano con vientre redondeado, y aunque parezca sin pelo, lo recubre una fina y transparente pelosa.
Gato Elf como mascota
Son una raza muy sociable y que se lleva muy bien con los seres humanos y otros animales, lo que lo hace un gran animal de compañía. Les gusta jugar y que los acaricien, además de ser muy inteligentes.
Esta inteligencia hace que aprendan juegos y se sepan exhibir, es como si supieran que son exóticos y les gusta atraer todas las miradas. Suelen pesar unos 10 kilos y tienen un promedio de vida entre 9 y 15 años.
Cuidados
Si tienes pensado adquirir uno de estos gatos como mascota, estas son las recomendaciones que debes seguir para su cuidado.
Su falta de pelaje los hace unos gatos delicados. Evita que estén en contacto directo y por mucho rato con los rayos solares, sobre todo los más fuertes del mediodía. Este calor les irritará la piel, al igual que puede pasar al estar en contacto con climas fríos en extremo.
Aunque los gatos no suelen bañarse, los Elf es recomendable asearlos una vez al mes, para evitar afecciones en su piel. Este aseo deberás realizarlo con productos especiales para gatos con pieles delicadas o sensibles. Por este motivo, es recomendable que lo acostumbres al agua desde temprana edad.
A la hora del baño, asegúrate de hacerlo con agua tibia, recuerda que al estar sin pelo, sentirán en mayor medida las temperaturas. Sostén a tu gato con una mano mientras masajeas suavemente el producto especial en su piel para eliminar impurezas.
Una vez retirado por completo el champú, envuelvelo en una toalla seca y suave para secarlo completamente.
Otro punto a tener en consideración es que el ambiente donde habite el gato deberá estar siempre limpia. De este modo te asegurarás que tu mascota contraiga enfermedades por bacterias.
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