El caso de los guacamayos es uno de los mas conocidos con respecto a cómo les cambia la vida encontrar pareja.
En general, la monogamia es un comportamiento muy común entre las aves, las cuales estructuran su vida para vivir en pareja durante varias décadas.
Entre ellos, los guacamayos son un caso muy particular, no solo por la durabilidad que puede tener sus relaciones, sino también las rutinas que adoptan una vez encuentran pareja.
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El amor eterno entre los guacamayos
También conocidos como “ara”, los guacamayos son loros de gran tamaño que se encuentran mayormente en zonas neotropicales, principalmente en América Latina.
Su comportamiento como pareja se considera llamativo ya que, una vez encuentran pareja, siguen con esta el resto de su vida.
A partir de eso, sus rutinas se vuelven fijas, con un ciclo reproductivo donde ponen de uno a tres huevos cada dos años.
Esto condiciona su día a día, donde el macho sale a cazar y buscar alimentos, mientras que la hembra se queda a cargo de los huevos.
Pero esta rutina fija no es impedimento para que se pierda el afecto, ya que se les puede encontrar compartiendo comida o limpiándose entre ambos.
El amor entre estas aves no varía, independientemente de si alcanzan los 70 y 80 años de edad, ambos se mantienen juntos.
Incluso, cuando uno de los dos muere, existen casos documentados donde la pareja decide quitarse la vida.
Debido a esto, si se decide tener un guacamayo en la casa, es mejor que sea con una pareja, para no provocarles estrés emocional o tristeza al animal.
También, si se decide tener uno, es necesario atenderles con frecuencia, ya que son muy celosos con respecto a sus dueños.
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¿Por qué permanecen juntos tanto tiempo?
No es extraño que se considere a las aves como seres “románticos”, ya que el 90% de ellas son monógamas.
Dicho fenómeno se asocia al hecho de que, al incubar un huevo fuera del cuerpo, las hembras necesitan un compañero que pueda buscar comida y proteger a la familia.
Sin embargo, esta monogamia solo es de carácter social, relacionada únicamente a la crianza, nutrición y proximidad.
La “monogamia sexual” es otra cosa, ya que, entre los guacamayos existe la posibilidad de que sean infieles e incluso tengan relaciones o decendencia con otros ejemplares.
De esta forma, se demuestra que estos animales tienen un concepto de “amor verdadero” muy distinto al de los seres humanos.
Con información de Infobae.
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2024-07-26
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