Los melocotones, junto con los duraznos, las cerezas, ciruelas y albaricoques, son frutas de hueso llamadas drupas.
Esta especie se divide en variedades cuya carne se separa fácilmente del hueso (prescos) y en otras que se adhieren firmemente a él, como la variedad llamada pavía.
Las variedades de carne blanca son típicamente muy dulces, con escaso gusto ácido y las más populares de países como China, Japón y sus vecinos asiáticos. Mientras que las de carne amarilla predilectas de los países europeos y norteamericanos, poseen un fondo ácido, que se paladea junto al dulzor. La piel de ambas variedades tiene tonos rojizos.
Mientras que el durazno es originario de Asia, donde su uso está asociado a una larga vida e incluso a la inmortalidad. En los últimos años ambas frutas han adquirido bastante popularidad, por eso, te haremos referencia a algunos beneficios que quizás desconocías, para que te animes a incorporarla a tu dieta diaria.
Beneficios de comer duraznos y melocotón
Aporta vitaminas (A, C, B1, B2, B3, B5, B6, B9 y B12, E, K) y presenta buenas cantidades de minerales (calcio, potasio, hierro, fósforo, magnesio, sodio, zinc, luteína, bioflavonoides, y azufre), además de que puede ser muy positiva para tu salud digestiva, renal o cardiovascular.
El durazno promueve la salud de la piel, ayuda a prevenir el cáncer, previene enfermedades cardíacas, y es un aliado en la pérdida de peso.
Además, esta fruta protege la visión, ayuda a controlar la presión sanguínea y los latidos del corazón, protege contra la anemia y reduce la inflamación.
Comer melocotones previene problemas cardiovasculares y degenerativos y refuerza el sistema inmunológico. Su consumo consigue reducir el estrés y la anemia. Mejorar el funcionamiento de huesos y dientes.
Además los melocotones se componen principalmente por agua (86%) y posee vitamina A, C, B1, B2 y B3.
A la hora de comprarlos
Debe seleccionar aquellos que no presentan manchas ni golpes, ya que la pulpa es muy sensible y se estropea rápidamente. Suele emplearse para elaborar mermelada, jugo, dulces o comerlos en almíbar.
Cómo conservar
– Los melocotones maduros que aún están firmes se pueden conservar en el frigorífico durante unos 15 días.
– Si compra los melocotones enlatados, una vez abierto el envase, se debe conservar tanto la fruta como el jugo en la nevera en un recipiente hermético. Para evitar que las rodajas de melocotón tomen un color negruzco, se pueden rociar con un poco de zumo de limón.
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