Las meriendas tienen vital importancia para la dieta de los pequeños en casa, la misma debe ser sana. Aunque las mismas no remplazan las comidas principales son necesarias ya que contrarrestan las energías que gastan los niños durante el transcurso del día.
Sanas meriendas
Deben incluir, alimentos de los tres grandes grupos alimenticios:
Energéticos
Abundantes en carbohidratos y grasas, proporcionan la energía necesaria para el desarrollo de las actividades. Ejemplo: cereales (arroz, trigo, cebada), azúcares, almidones (papa, yuca), grasas (aceite y mantequilla).
Constructores
Son elementos estructurales del organismo. Ayudan a crecer, reconstruir y reparar los tejidos dañados del cuerpo. Se consumen en carnes blancas, leche, quesos, huevos y legumbres.
Reguladores
Permiten que los alimentos energéticos y constructores sean aprovechados al máximo. Otorgan vitaminas y minerales para apoyar diferentes funciones, protegen de las enfermedades. Son aprovechados en las frutas y las vegetales.
Habla el especialista
Patricia Díaz: @pediatriaautana
Patricia Díaz, afirma que el modelo que se usa son tres comidas principales y dos meriendas nutritivas, después del primer año de edad, cuando el niño ya se incorpora a la mesa familiar, y lo elemental son los aportes de frutas frescas (se incluyen vegetales y verduras), lo más relevante es no darles alimentos procesados.
Hay movimientos en el mundo donde se les llama a las meriendas "cinco al día", para que los niños coman cinco porciones de alimentos vivos diariamente, ya que son alimentos alcalinos, que le van a evitar la acidez que es un punto vital imprescindible.
Requerimiento calórico
Los niños que practican actividades físicas de alto impacto como la natación necesitan mayores porciones por el gasto de energía. Pueden ser hasta tres meriendas. se recomienda palitos de zanahoria y celery, un sándwich relleno de aguacate o piezas de frutas completas con yogur sin azúcar.
Finalmente la pediatra enfatiza que si el niño aún se encuentra lactando es importante seguir haciéndolo ya que las meriendas no sustituyen de ningún modo el aporte nutricional de la leche materna.
Las meriendas deben ser:
– Fáciles de hacer y sin complicaciones.
– Deben ser ligeras, no ser grasosas, la cantidad debe ser proporcional al peso y tamaño del niños.
– No deben ser muy dulces o saladas.
– Variados.
Para tomar en cuenta
– Lavar muy bien las frutas y las verduras.
– Utilizar recipientes limpios, herméticos y fáciles de abrir.
– Explicar a los niños el porqué deben o no comer un alimento.
– Planificar conjuntamente con los pequeños las meriendas para que se sientan incluidos.
– En caso de darles dulces, ya que eventualmente se les puede dar torta o panquecas.
– Evitar las bebidas artificiales, embutidos, salsas, golosinas o comida rápida o alimentos fritos en exceso.
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