Noreh es su nombre artístico, pero el verdadero es Javier Triviño nació en Zulia, pero se crió en Barinas. Antes de darse cuenta de que no había nada más valioso en la vida que hacer música, existieron dos puntos de inflexión: el primero fue la muerte de su padre, frente a sus ojos, cuando tenía 12 años, que lo motivó a comprar una guitarra al día siguiente y comenzar a componer. Con el segundo, que fue profesionalizar su pasión, nació Noreh.
Noreh y sus comienzos en la música
Recuerda que durante su adolescencia era rebelde con causa, respecto a la música. Al principio pasaba horas escuchando canciones, luego llegó la etapa de interpretar temas de otros artistas, así fue como pasó a realizar sus composiciones y de sentirse cómodo con lo que hacía. Aunque sabe que su música apenas se comienza a conocer, recuerda que tiene 10 años transitando entre melodías.
“Antes decía que no quería cantar géneros actuales porque deseaba llegarle a la gente de otra manera. Lo más bonito fue darme cuenta de que podía hacer música urbana sin perder las influencias que tenía, sin perder la manera en la que me desenvuelvo”, comenta.
Noreh creció escuchando la música de artistas como Will Smith, Mark Anthony, Michael Jackson o Ruben Blades, porque sentía que sus seguidores estaban más influenciados por sus méritos, su talento o carisma, que por su fama o los bienes que tuviesen.
El aniversario de un universo musical “Las redes sociales son muy importantes y más allá de eso, las referencias. Creo que ellas muchas veces determinan cómo puede terminar tu vida al final del día (…) Todos estos años me mantuve haciendo música para otros artistas, preparándome y realizando contenido para subir a las redes sociales”, destaca.
Noreh no quería ser protagonista, era feliz trabajando para otros, componiendo para
quienes ya estaban sonando en las radio. Disfrutaba que el resto tuviese la gloria, porque se sentía bien haciendo lo que le gustaba y recibiendo una remuneración por eso. Pero un día se dio cuenta de que quería aportar mucho más y que para hacerlo debía convertirse en un artista.
Cantante y compositor
Fue así como firmó un contrato con la disquera Universal Music, con quien cumplió su
primer año en el mes de junio y con quienes ha venido trabajando en equipo para llegar a más personas con su música. Se sorprende con todo lo que ha aprendido durante este tiempo. Confiesa que no estaba acostumbrado al reconocimiento, que se emocionaba cuando cinco personas escuchaban sus canciones y saber que ahora lo conocen a él o a su novia, que incluso le piden fotos, es algo que lo pone nervioso, pero lo valora profundamente.
“Es irreal que todo esto esté pasando. Me mantengo sorprendiéndome. Yo soy pesimista y le digo todos los días a mi novia que me va a ir mal y así termino sorprendiéndome con mis cosas. es una especie de pesimismo sano, porque estar de optimistas y pensar que todo se nos va a dar, es complejo”, comenta entre risas.
Lo que le ha traído la profesionalización “Visa”, “Como en Disney” y “El día que me odies” son algunos de los temas compuestos por Noreh. Al escribirlos plasmó vivencias muy personales de la forma más real posible para conectar con las personas, el resultado fue más de 1.6 millones de reproducciones en su canal de YouTube.
Proyectos
Su profesionalización fue uno de los resultados positivos que ha generado su paso por las redes sociales, pero no lo único. Javier disfruta los covers que realizan sus fanáticos, las ilustraciones que le envían, las entrevistas que le realizan y el tiempo que la gente le dedica a consumir el trabajo que está realizando.
La interacción constante en sus redes sociales ha permitido que Noreh encuentre en los comentarios de sus seguidores inspiraciones para sus canciones, tal como sucedió con su más reciente sencillo “Red flag”.
“Más allá de los números, que las personas se sientan identificadas con tus letras es muy importante, porque son personas que van a tus shows, que son fieles contigo”.
Los planes que trae este semestre del 2021.
Para Noreh lo más importante es seguir sacando música y, en lo posible, realizar
colaboraciones con los artistas con los que creció y que en algún momento lo marcaron.
“Creo que ahora mismo van a haber varias oportunidades positivas con respecto a ellos y a otros artistas internacionales”, afirma, mientras, se prepara para salir por primera vez de Venezuela y conocer otras fronteras.
La presentación de su segundo EP está previsto para los últimos meses del año, proyecto que lo hace sentirse muy emocionado porque le dio la oportunidad de explorar otros ritmos y géneros, y también le permitió conectarse y estar inmerso mucho más en el proceso de la producción de cada canción. Su mayor deseo es que la gente lo disfrute mucho.
“Aún no tenemos fecha de estreno, pero lo más bonito es que estamos en las reuniones con el equipo. Todos están expectantes a las canciones, ya las tengo maqueteadas y van a ser muy importantes para mí. Siempre siento que al equipo le tiene que gustar la música, más allá que sea un plan de marketing”, destaca.
Los sueños de Noreh
“Una de las cosas que más me gustan son las letras dentro de las canciones. Más allá de ser el artista más sonado, mi mayor intención es llegarle a las personas de la mejor forma posible. Creo que eso habla muchísimo de un artista, que logres expresar lo que millones quisieran decir o quisieran vivir”, manifiesta.
Noreh tiene sueños superficiales, como él los llama, entre los que se encuentran ayudar a su familia, esos que dependen un poco más del dinero. Pero hay otros, como no perder desde el inicio el contacto con la gente, que van mucho más allá. “Estoy pensando siempre en música y en disfrutarme la tranquilidad que hoy en día tengo y que no siempre tuve”, recuerda.
Este año le ha servido para subir varios escalones de responsabilidad, disciplina,
compromiso y de trabajo en equipo. Confiesa que aunque ha tenido logros en canciones que se han estrenado, hay otras que cree no salieron en el momento correcto; pero le contenta saber que tiene está junto a una disquera le ha permitido aprender de distintas formas.
“Este año para mí ha sido muy reconfortante, además de que no había tenido la
oportunidad de estar en un solo sitio, tranquilo. Trabajar en mi casa, tener todos mis
equipos, mi laptop, mi micrófono. Yo sé que esto es algo muy básico para muchas
personas que se dedican a la música, pero quienes vienen de donde yo vengo, saben que es un lujo y que cuando lo ven dicen “wow”, es tan valioso”, agrega.
Por Wanda López Agostini
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