Ofrecer ayuda al más necesitado es una actitud que se aprende y tiene por objeto brindar apoyo en cualquier circunstancia, sin esperar nada a cambio.
Con el tiempo, el ser humano logra entender que su bienestar no depende exclusivamente de él, sino que el apoyo de su entorno también juega un papel importante.
A tal punto, que sabrá que hay momentos para ofrecer y entregar, y otros para pedir y aceptar.
Por tanto, es completamente normal que en el día a día las personas puedan dar y recibir ayuda, y esto hace que las personas avancen y sus situaciones mejoren.
¿Cómo ofrecer ayuda?
Tal como señalamos, esta destreza o actitud se puede aprender y ejercitar, pues todos somos capaces de brindar un apoyo constructivo y fructífero a otros seres humanos cuando nos los proponemos desde la sinceridad y la tolerancia.
Por ejemplo, escuchar a un amigo que tiene un problema, animar a la pareja cuando está triste, enseñar a un hijo algo que no sabe. Aunque suena cotidiano, son circunstancias en las que alguien acusa una necesidad y otro la cubre de forma espontánea.
Cabe destacar que, es bueno que quien obtiene la ayuda la perciba como una muestra de apoyo, interés y preocupación, así como que se sienta valorado. De otro modo, es probable que la rechace.
Si bien el acto de ofrecer ayuda se realiza como una manera de ser útiles y agradar a los demás, a veces la respuesta obtenida es la opuesta, pues hace creer a quien la recibe que es incapaz y dependiente.
En este sentido, es preciso conocer la forma correcta de llevar a cabo dicha ayuda, sin incurrir en el error de relegar a quien está necesitado a una condición de mayor dependencia.
Aunque por lo general las personas que están dispuestas a ser ayudadas responden favorablemente a quienes se las ofrecen.
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Importante
Algunas personas creen que pedir ayuda es sinónimo de falta de competencia o de debilidad, y por ello no solicitan la colaboración; y otras, porque se avergüenzan de lo que les está pasando o temen no ser comprendidas.
Independientemente de cuál sea el caso, quien da la ayuda debe ser empático, tolerante y respetuoso para que la colaboración sea tomada siempre de la mejor manera posible.
Por otra parte, en ocasiones, la desesperación por ver sufrir a alguien que nos importa puede llevar a abalanzarnos sobre esa persona con el fin de evitarle más dolor. Pero en la práctica lo que estamos haciendo es impedir que se exprese o incluso ahogarle aún más.
Es necesario tener en cuenta que la ayuda no se impone, se brinda. Los demás son libres de aceptarla cuando lo deseen o estén preparados.
Buscar el momento y el lugar adecuado para ofrecerle el apoyo también es fundamental; de igual manera que es básico establecer una comunicación sincera para ganarse la confianza.
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2023-03-11
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