El Aix galericulata mejor conocido como el pato mandarín, es una especie de ave que se puede encontrar en China, jamón o Siberia.
Se muestran orgullosos de su plumaje y no es para menos su belleza de colores cautiva hasta el mejor artista. Suelen tener un tamaño mediano entre 50 centímetros de largo.
Suelen encontrarse en lugares poblados de árboles, climas húmedos y cerca de lagos. En Asia se refieren a estos patos como Yuan- yang son considerados un símbolo de afecto y fidelidad. Y es que estas especies una vez que consiguen pareja permanecen unidas por el resto de su vida.
Reproducción y comportamiento
Las hembras ponen sus huevos en época de primavera y los colocan dentro de las cavidades de los árboles. Los machos no participan en la incubación.
Sin embargo, en este proceso la hembra puede quedar sola temporalmente cumpliendo esta función hasta que nacen los polluelos. Pero, eso no significa que el macho la abandona, estará cerca siempre de su pareja.
Una vez que las crías nacen, la hembra vuelve al suelo hasta conseguir el lago más cerca, allí llamará a sus crías y se reunirán con el padre quien los protegerá hasta ser adultos.
Característica del pato mandarín
Se reconoce al macho de esta especie por tener un pico rojo llamativo, rayas blancas sobre los ojos, un su cara un degradez de tonos rojos que se entremezclan con el negro en la cabeza.
El color de su pecho es purpura con dos rayas verticales, casi como si estuviera pintado a mano. Además, resalta los tonos rosados y rayas anaranajdos que tiene en la espalda.
Mientras que la hembra es muy similar al pato común, tiene un color blanco alrededor del ojo y una pequeña banda blanca en la espalda. No es tan colorido como el macho.
Se alimenta de mariscos, gusanos, huevos de peces y semillas acuáticas que consigue en los lagos.
Visita la sección: Zona3D
Para mantenerte informado sigue nuestro canal en Telegram https://t.me/Diario2001Online