La piña tiene forma ovalada, una corona y también una piel muy rugosa de color verdosa que se va volviendo amarilla y marrón a medida que se va madurando y desprende un agradable olor dulzón cuando ya está listo para comer.
La composición de su carne comestible está representada por un 85% de agua, destacando también los hidratos de carbono y la bromelina.
Aunque presenta cierto dulzor en su sabor, aporta índices moderados de calorías (55 calorías cada 100 gramos de porción comestible).
Es una fruta rica en fibra, sales minerales vitamina C, ácido fólico, beta carotenos, potasio, yodo, bromelina – una enzima que facilita la digestión- y, además, tiene pocas calorías.
En la cocina
Puede consumirse como fruta de mesa, además se pueden preparar recetas dulces y saladas, en bebidas e incluso en conservas de almíbar.
En la industria se utiliza para hacer mermeladas, yogur con piña, jugos, helados, etc. Suele ser el ingrediente principal de algunos cócteles, como la piña colada.
Tips a la hora de comprar la piña
Las puntas sobresalientes de su piel deben ser de color verde o amarillo intenso.
Al presionar la piel con los dedos, ésta apenas cede.
El olor de su base tiene que ser afrutado, entre dulce y ácido.
Cómo deshidratarla en el horno
1 Lava la fruta y sin pelarla corta, preferiblemente, en rebanadora, rodajas muy finas de fruta.
2 Coloca las rodajas de piña sobre un silpad (una placa de silicona) o en su lugar utilizar un papel encerado de buena calidad y espolvoree las rodajas de fruta con azúcar.
3 Lleva al horno a temperatura muy baja 100-120°C (210-225°F).
4 Cuando las rodajas de piña estén crujientes, saca del horno y deja enfriar. El tiempo de horneo depende de la textura de la fruta utilizada, en el caso de la piña puede tardar 1 1/2 a 2 horas. Debe estar totalmente fría antes de manipularla.
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