Los problemas de colesterol siempre se asocian con los adultos, pero la verdad es que los niños también son una población vulnerable y se debe estar atento ante esta situación.
Se forma en el hígado y se desplaza por el organismo asociado a unas proteínas para poder llegar a todas las partes del cuerpo donde es necesario.
¿Qué es el colesterol?
Es una sustancia grasa que forma parte de la mayoría de las membranas de las células y de diversas hormonas. En este sentido, vale la peta acotar que es necesario para el organismo, y por ello el cuerpo lo produce.
Sin embargo, cabe acotar que, existen dos tipos, las lipoproteínas de baja densidad LDL, también conocida como colesterol malo. Estas son las principales transportadoras de colesterol a través de los vasos sanguíneos, desde el hígado al resto del cuerpo.
Cuando hay mucho colesterol LDL en la sangre se puede acumular en las paredes de las arterias, obstruirlas y provocar menos riego sanguíneo, producir un infarto de miocardio y hasta un accidente cerebrovascular.
Por otra parte, las lipoproteínas de alta intensidad o colesterol HDL, llamado colesterol bueno, transportan el colesterol desde las células hasta el hígado, donde se metaboliza y se elimina del cuerpo. Este tipo de colesterol protege el organismo.
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Aumento en los niños
El colesterol alto es en la mayoría de los casos se debe a una dieta con exceso de grasas saturadas y colesterol, inactividad y obesidad.
No obstante, también puede ser consecuencia de una enfermedad de base como diabetes, síndrome nefrótico, hipotiroidismo, obesidad; o una enfermedad hereditaria del colesterol llamada hiperlipemia familiar, la cual se transmite a toda la descendencia.
¿Qué hacer?
En vista de que estos problemas representan uno de los principales factores que predisponen a desarrollar enfermedades cardiacas y hasta cerebrovasculares, se deben realizar cambios en los hábitos para reducir los riesgos.
Aunque generalmente estas enfermedades no se ven durante la infancia, sí pueden aparecer al principio de la vida adulta, sobre todo en los que tienen antecedentes familiares de hipercolesterolemia o de enfermedad cardiaca prematura.
Especialistas señalan que la mitad de los niños con colesterol elevado continuarán teniéndolo alto al llegar a adultos.
Además, habrá que tener en cuenta que, si el niño lo tiene alto, alguno de los padres también lo puede tener.
Por tanto, es conveniente hacer cambios en la alimentación, consumir diariamente frutas, verduras, cereales y legumbres. Aumentar el consumo de pescado y disminuir la carne rica en grasa.
Cocinar con aceite de oliva, al vapor o a la plancha; y evitar las bebidas azucaradas.
De igual manera, es clave mejorar el estilo de vida de toda la familia, evitar el sedentarismo y comenzar con una rutina de actividad física, para mantener la salud de los niños.
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2023-01-05
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