Si estás pensando preparar una comida especial para celebrar cualquier acontecimiento, lo ideal es acompañarlo con un buen vino.
La cantidad de ingredientes es un solo plato ha favorecido para conseguir la armonía perfecta explorando las distintas posibilidades que ofrecen los vinos, buscando los contrastes entre los sabores.
Qué es un vino
Es una bebida alcohólica procedente de la fermentación del zumo de uva, la cual se produce gracias a la acción de las levaduras presentes en el hollejo de las uvas.
Al momento de disponerte a comprar un vino debes observe la botella que va a comprar. Si el corcho sobresale del borde de la boca y empuja hacia afuera el plástico que lo cubre, mejor escoja otra botella.
Cualquier copa de vino, ya se blanco, tinto, rosado o un prosecco puede compartir un menú.
¿Qué vino servir?
El vino se elige de acuerdo a la ocasión y a los alimentos que piensan servir.
El blanco o el prosecco suelen servirse para caldos y sopas ligeras. Para los pescados y mariscos el vino blanco es la armonía perfecta.
Puedes servir bien frío en copas transparentes, verdes o rojas para realzar su color, de tamaño menor a las de vino tinto
Con vinos tintos está permitido servirse casi con todo tipo de comida, es muy buscado para maridaje con carnes asadas o a la parrilla.
Se deben servir a 15°C la temperatura y en copas transparentes de pie alto para valorar su color, tamaño mediano y boca ancha, para apreciar su sabor y bouquet.
Rosados se suele optar por comidas más bien mediterráneas y ligeras, Mientras los vino espumoso, son perfectos para servir en cualquier ocasión. Por ejemplo, el demi-Sec es un champán que se puede consumir con el postre.
El Blanc de Blanc es otro tipo dechampán selecto y delicado, particularmente adaptado para el aperitivo o entrante.
La champaña, que suele servirse con los postres en copas de cristal incoloro, de preferencia alta y delgada (llamadas flauta o tulipán), para conservar por más tiempo las burbujas
Protocolo con el vino
Las bebidas se sirven por el lado derecho del comensal, comenzando por las damas y luego los caballeros.
Sin embargo, si no es una reunión muy formal – elegante están bien admitido, puede empezar por la derecha del anfitrión y servir en orden secuencial a cada uno de los comensales.
Si el anfitrión abre la botella de vino, le servirá primero a una persona de confianza para que lo apruebe y éste asentirá o no.
En caso de no haber una persona de confianza o experta en vinos, será el propio anfitrión quien haga de “catador”.
Sirva primero en una copa auxiliar para eliminar posibles restos de corcho u otros residuos que pueda haber en el cuello de la botella.
La botella nunca se debe apoyar sobre la copa al momento de servir, se debe mantener a unos dos centímetros de ella y al terminar, se le dará un cuarto de giro para evitar que gotee.
En el caso de los vinos puede utilizar una cesta para colocar la botella y evitar que este se caliente al tenerlo en las manos.
Cómo se sirven los vinos
Se suele llenar, aproximadamente, un tercio de la copa, siendo una proporción aproximada en función del tamaño de la copa.
En el caso de los tintos se puede servir más cantidad, pero en el caso de los blancos (que deben servirse fríos), es mejor servir poca cantidad y reponer más a menudo, para lograr tomarlo a la temperatura ideal.
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