Cortar las uñas de los gatos es una práctica que muchos dueños de estas mascotas asumen con total normalidad, para evitar que estas afiladas garras terminen dañando algunos objetos en casa, por ejemplo.
Sin embargo, existen estudios científicos que confirman las devastadoras consecuencias de esta práctica sobre la salud del animal.
Consecuencias de cortar las uñas al felino
Puede parecer un acto inocente y hasta ser catalogado como una acción de cuidado para el animal, pero cortar las uñas a un gato tiene consecuencias muy negativas para el animal.
El proceso, que también se llama desungulación, implica extraer los huesos de la punta de los dedos de los pies al gato, y esta acción tiene efectos muy negativos; por lo que la mayoría de los veterinarios no la aprueban.
Según un estudio que se publicó en la revista Journal of Feline Medicine and Surgery en el año 2017, los gatos sin uñas tienen más probabilidad de experimentar dificultades al caminar ya que, cuando se les extirpa la punta de los dedos se ven obligados a apoyar el peso sobre el cartílago blando que anteriormente formaba parte de sus articulaciones.
Además, muerden los muñones de sus patas y esto puede generarles dolores crónicos.
Por otra parte, someter al animal a la extirpación de uñas para evitar los dolorosos arañazos, resulta una solución para el amo, pero se ha observado que los gatos se vuelven mucho más agresivos después de la cirugía.
Más agresivos
Diferentes estudios que se han realizado referente a cortarle las uñas a los mininos, arrojan que los gatos sin uñas son siete veces más propensos a orinar en lugares inapropiados, cuatro veces más propensos a morder a las personas, tres veces más propensos a ser agresivos y tres veces más propensos a acicalarse en exceso.
Los gatos sin uñas también tienen tres veces más probabilidades de ser diagnosticados con dolor de espalda y dolor crónico en las patas. Pueden tener más probabilidades de orinar en superficies blandas como alfombras o ropa porque es menos doloroso que la grava en la caja de arena.
En este sentido, al no tener otra forma de defenderse, pueden recurrir a morder cuando sienten dolor y, desafortunadamente para sus dueños, las heridas por mordedura de un gato pueden ser más propensas que los rasguños a causar infección y hasta hospitalización.
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Recomendaciones
Los veterinarios y científicos que se han dedicado a estudiar esta situación, apuntan que antes de pensar en quitarle las uñas a un gato, es preferible educar al gato desde pequeñito para eliminar las costumbres de arañar los muebles y enseñarle a usar el rascador, incluso premiarlo cuando lo utilice.
Para ello es necesario que se ubique un rascador que sea lo suficientemente alto como para que el gato se estire, y colócalo cerca de los muebles que a la mascota le guste rascar.
También se puede cubrir el rascador con hierba gatera o juguetes que hagan que sea más atractivo para el minino.
Importante
A pesar de que muchos especialistas indican que no se deberían cortar, otros recomiendan cortarlas de forma habitual, más o menos cada dos o tres semanas.
No es necesario que sea un gran corte, sino que se le quite las puntas, y con esto sentirá una mayor necesidad de acudir a los rascadores que tengas en casa y con ello complementará el mantenimiento de las uñas, renovando las capas viejas por otras nuevas y sanas.
En este sentido, los veterinarios señalan que las uñas son uno de los puntos donde se originan más enfermedades, hongos e infecciones en los felinos, sean de la edad que sean.
Estos problemas se presentan cuando las uñas superan la longitud ideal o se curvan en exceso. Cuando esto ocurre, se clavan en las almohadilla y provocan heridas y molestias al caminar.
Es por ello que muchos avalan cortarles las uñas. Lo importante es que se realice por especialistas para evitar causarles alguna lesión.
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2021-10-06
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