Rascarse el ano es una acción que se observa con bastante frecuencia en los perros.
Este comportamiento en el cual los canes se rascan con los dientes o se sientan y arrastran su cola por el suelo frotándose la zona anal, puede deberse a una irritación anal, heces atrapadas en su pelo, mal aseo y la más común, los parásitos.
¿Qué lleva al perro a rascarse el ano?
Probablemente has observado a tu mascota arrastrar el ano contra el suelo, si es así, se sugiere llevarlo lo más pronto posible al veterinario.
La idea es que el especialista lo evalúe y pueda tomar las acciones correspondientes para evitar problemas en el animal.
Con seguridad, una vez se revise al perro, el veterinario determinará cuál es el tratamiento oportuno y esto hará que la mascota se sienta mejor y hasta evitará otras posibles complicaciones.
Debes tener en cuenta que el perro no arrastra el ano por el suelo por jugar, por llamar la atención o por experimentar nuevas formas de desplazarse.
Los perros se rascan el ano con el suelo o incluso con sus dientes cuando tienen algún problema de prurito o comezón anal.
Esta es una reacción del animal que trata de aliviar esa molestia que tiene, y que debe ser atendida cuanto antes.
Causas
En la mayoría de los casos se debe a una razón muy sencilla, el picor. Los perros no tienen manos para tratar de aliviar el prurito anal, y es por ello que se frotan contra el suelo.
También puede deberse a un bloqueo, una inflamación o una infección del saco anal del animal.
En cualquier caso, ante una reiterada actitud de este tipo por parte del perro, lo mejor será siempre acudir al veterinario para que le realice una exploración más exhaustiva.
Sin embargo, la causa más habitual es que se deba a que el animal tiene las glándulas anales llenas, sufra de parásitos internos o esté irritado por presentar diarrea.
También puede deberse a que presente restos de heces o alguna fístula anal.
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¿Qué hacer?
En primer lugar, nunca debes ignorar esa acción y llevar a la mascota al veterinario para encontrar la verdadera causa y establecer el tratamiento.
En la mayoría de los casos, es probable que este profesional tenga que descargar las glándulas anales del perro y limpiar toda la zona para que el animal no sufra comezón ni molestias.
Pues en caso contrario, se le puede provocar al perro una infección mayor que puede acabar originando una fístula.
Otra opción es darle al perro una pastilla de desparasitación, que se debe administrar una vez cada 21 días, cada tres meses, o lo que establezca el veterinario.
Cabe acotar que esta pastilla hará que el perro no tenga problemas de parásitos internos, ni sufra de comezón anal.
De igual manera, debes estar consciente que la pastilla será diferente dependiendo del tamaño del animal, por lo que no debes suministrarla sin previa consulta veterinaria.
Finalmente, pero no menos importante, es modificar su alimentación. Lo recomendado es suministrarle una dieta rica en fibra, que ayude a solucionar cualquier problema de estreñimiento, por ejemplo.
La fibra le permitirá poder evacuar las heces de forma más sencilla y producirá una mayor presión sobre los sacos anales para que no vuelva a tener este problema.
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2022-05-11
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