La respiración forma parte del grupo de actividades esenciales que deben ejecutar las personas para vivir saludable y si no se hace de forma adecuada, repercutirá negativamente en la salud del organismo.
Respiración consciente
La respiración es un intercambio de gases a nivel celular que ocurre en unas estructuras muy pequeñas llamadas mitocondrias, las cuales mediante ésta se encargan de ‘quemar’ los alimentos que se han consumido para producir energía y a su vez, expulsar el dióxido de carbono.
Cuando se lleva a cabo la actividad de respirar se utiliza el aparato respiratorio, conformado por las fosas nasales, laringe, tráquea, bronquios y pulmones. Se ejecuta en tres etapas: inhalación, intercambio de gases a nivel pulmonar, además del paso del oxígeno por la corriente sanguínea y exhalación.
Tipos de respiración:
Respiración alta: es el método más deficiente de respirar porque supone un gran gasto de energía. Los músculos del cuello suelen tirar de las costillas superiores hacia arriba y éstas arrastran al resto.
Respiración media: es también deficiente y la forma más común de respirar de las personas. Las costillas y el diafragma se levantan un poco y el pecho se dilata levemente.
Respiración baja : es mejor que las dos anteriores. Cuando ocurre, se abomba el abdomen porque el diafragma se aplana, haciendo presión sobre los órganos de la zona.
Respiración completa: todos los músculos respiratorios se ponen en marcha, permitiendo el completo llenado y vaciado de los pulmones. Es la mejor forma de respirar.
Ejercicios de respiración
De pie: coloca una mano en tu pecho y otra en tu estómago y respira, si notas que la mano situada en tu pecho es la que se mueve al respirar, tu respiración es superficial. Respira unas cuantas veces inhalando y exhalando por la nariz y cuando te sientas preparado inspira por la nariz y exhala por la boca. Trata de que la exhalación dure el doble que la inhalación, contando mentalmente cada vez que respires.
Sentado o acostado: usa ropa cómoda y observa tus primeras tres respiraciones, luego respira profundo inflando primero la parte baja del estómago (diafragma) para luego expandir la caja torácica. Inhala lentamente y mantén el oxígeno por unos segundos y luego bótalo por la boca de forma suave, doblando el tiempo anterior.
Para tranquilizarte: toma aire por la nariz durante cuatro segundos, retenlo por otros cuatro y exhálalo por la boca durante cuatro segundos más. A medida que vayas dominando esta disciplina aumenta dos segundos más cada vez que la practiques.
Para revitalizarte: haz una inhalación lenta y profunda, retén el oxígeno durante unos cuantos segundos, forma un círculo con tus labios y deja salir el dióxido de carbono poco a poco y con fuerza. Este ejercicio lo puedes hacer desde cualquier posición.
Para respirar mejor
– Evitar situaciones de estrés o tensión que provocan una respiración rápida y agitada.
– La mala postura de tu cuerpo. Por ejemplo, la espalda encorvada o mantener el cuerpo muy rígido durante mucho tiempo.
– Comer rápido evita una buena respiración a la hora de comer y después de esto afecta la digestión.
– La contaminación ambiental, como el humo que expulsan los carros en mal estado y los espacios mal ventilados.
– Fumar.
Recomendaciones
– Respira siempre por la nariz y no por la boca.
– Haz ejercicios respiratorios con frecuencia.
– Visita el campo y la playa con frecuencia para respirar aire puro.
– No permanezcas en locales cerrados.
– Colabora en campañas ambientalistas.
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