La misofonía es un trastorno neurológico en el que los estímulos auditivos, y en ocasiones visuales, son malinterpretados por el sistema nervioso central; y está relacionado con una disminución de la tolerancia al sonido repetitivo.
Esta condición fue reconocida en el año 2010 como una enfermedad; y se cree que puede estar asociada a experiencias negativas.
Las personas con misofonía “odian el sonido” escuchar un patrón de sonido cotidiano, como respirar, toser, estornudar, carraspear para aclarar la garganta, masticar chicle, o el goteo de un grifo, etc., son el detonante del problema.
Síntomas de la misofonía
Aunque los síntomas pueden aparecer a cualquier edad, estudiosos acotan que la primera reacción extrema ante un sonido suele aflorar a final de la infancia o en la adolescencia, y posteriormente se van sumando más sonidos detonantes a la lista.
La persona afectada puede reaccionar con un ataque de estrés o ansiedad, ira extrema, enfado, pánico, e incluso puede presentar comportamientos violentos en contra de objetos, personas o animales, o atacar al que produce dicho sonido.
Tratamiento
El mejor tratamiento consiste en hablar del problema. Esto es de gran ayuda, ya que en la actualidad no existe ningún tratamiento o cura; no obstante, el médico puede recomendar algunas terapias para sobrellevar este padecimiento.
Lo ideal es que la persona que la padece intente evitar los ruidos detonantes, pero sobre todo, que acuda con un médico otorrinolaringólogo que diagnostique la condición y así poder actuar prudentemente sin tener que aislarse como medida de coraza.
Además, probarse a sí mismo que realmente tiene una condición especial y no es una ilusión. Otra alternativa es el uso de tapones para los oídos o audífonos que reproducen música, para evitar los sonidos que originan el malestar.
Te puede interesar: Enfermedad mental, no es sinónimo de estar loco
Debes saber…
No se trata de una fobia, ya que su causa no es psicológica. Se trata realmente de una condición neurológica, que aunque no se ha encontrado cura, se puede tratar con terapias psicológicas que le permitan al afectado, sobrellevar y mejorar el problema.
Consecuencias
Por ser una condición imposible de controlar con medicinas, por ejemplo, la persona afectada suele terminar de mal humor, con graves problemas psicológicos, depresión, o aislados socialmente.
También se pueden presentar malestares físicos como, latido cardíaco acelerado, aumento de la presión sanguínea y de la temperatura, tensión muscular y presión en el pecho.
Visita nuestra sección Zona 3D
2021-12-03
Para mantenerte informado sigue nuestro canal
en Telegram https://t.me/Diario2001Online