La desnutrición es una enfermedad que se genera cuando el organismo no recibe los nutrientes necesarios de proteínas y/o calorías necesarios para su buen funcionamiento.
Cuando esta enfermedad se presenta es habitual que genere constantes padecimientos infecciosos, además de peso y estatura inadecuada para su edad.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), señalan que la desnutrición infantil se puede clasificar de la siguiente manera:
Desnutrición crónica: es cuando un niño presenta retraso en su crecimiento, es decir, su estatura es inferior al estándar correspondiente para su edad.
Desnutrición aguda: se presenta cuando el niño tiene un peso inferior al que debería tener para su estatura. Este caso requiere atención médica urgente.
Carencia de vitaminas y minerales: corresponde a la desnutrición por falta de micronutrientes y se manifiesta de distintas maneras, como infecciones (cuando carece la vitamina A), o anemia (cuando hay falta de hierro).
Tratamientos
Según señala la Unicef, hay cinco formas de atacar la desnutrición infantil, y esta son:
– Atención sanitaria: el acceso a este tipo de atención es clave para evitar la desnutrición. Las revisiones rutinarias de peso y estatura son una de las herramientas principales para diagnosticar si un niño está desnutrido.
– Formación de padres: padres informados son niños sanos. A medida que los padres estén informados de los nutrientes de los alimentos, en mayor medida sabrán qué alimentos de su entorno son más beneficiosos para la alimentación de sus hijos, dándole una mejor nutrición.
– Alimentos terapéuticos: se creó un concentrado de maní que contiene los nutrientes necesarios para la recuperación de los niños que sufren desnutrición aguda grave. Se calcula que 3 de cada 4 niños con desnutrición aguda grave pueden recuperarse en sus hogares con este preparado.
En Venezuela, Óscar Vásquez ideó una fórmula a base de maní y chocolate y es capaz de recuperar 2,5 kilogramos en el peso corporal de los niños en un período menor a 30 días.
– Lactancia Materna: es la forma más efectiva de atacar la desnutrición infantil. La leche materna aportará al niño todos los nutrientes necesarios para su adecuado desarrollo.
– Agua: consumir agua potable o en buen estado disminuirá las enfermedades infecciosas, una de las principales causas de desnutrición.
Control de la enfermedad
Llevar un registro de crecimiento y desarrollo sobre el infante será una manera de detectar la desnutrición infantil.
Dicho control debe llevarse de la siguiente manera. Primer control: durante los cinco a ocho días siguientes al nacimiento; segundo control: al primer mes de nacido; luego deberá tener un control cada dos meses hasta cumplir el año; un control cada seis meses hasta cumplir los tres años, y un control anual después de los tres años de vida.
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