La obesidad, el colesterol y la hipertensión, son algunos de los factores de riesgo que pueden controlarse y prevenirse si realizamos una alimentación correcta, variada y sana.
Los buenos hábitos de vida, incluyendo la alimentación, previenen las enfermedades del corazón. Dentro de la ingesta diaria, se deben incluir frutas, verduras, cereales integrales, aceite de oliva y productos libres de grasa: aves sin piel ni grasa, carnes magras y pescados.
Para muchas personas es fácil mantener su corazón sano al seguir una dieta semi-vegetariana no consumen carnes rojas. Ocasionalmente se ingieren pescado o aves.
El consumo de fibra también es recomendada principalmente la que se encuentra en la avena, zanahoria, frutas y legumbres secas, ayudan a disminuir el nivel de colesterol en la sangre.
La alimentación se considera un factor modificable, se puede actuar sobre él para reducir las enfermedades cardiovasculares. Hay alimentos como la carne, que en muchas ocasiones se les ha asociado con ser causante de un exceso de grasa, colesterol y de ácidos grasos, factores relacionados con la obesidad y las enfermedades cardiovasculares. Pero no todas las carnes son iguales. Existen tipos de carne como la de conejo, pavo, pollo de granja, pescado y carnes rojas magras, con elevados valores nutricionales.
Todas las carnes, tanto las rojas como las blancas, contienen proteínas de excelente calidad y una buena cantidad y variedad de vitaminas y minerales. Además, el consumo moderado de este grupo de alimentos contribuye a un buen estado de salud y al crecimiento y desarrollo de los tejidos, así como a la prevención de enfermedades como la anemia y la desnutrición.
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