El aceite de coco es uno de los más utilizados cuando se trata del cuidado de la piel e incluso el cabello, ¿la razón?, es un potente hidratante, sobre todo, cuando las pieles son secas y agrietadas. Este producto restaura la barrera natural para retener la humedad de la piel. Mientras que, al aplicarse en el cabello, le devuelve la suavidad y sedosidad al pelo apagado y quebradizo.
No obstante, no son los únicos usos que tiene, pues gracias a su acción antibacteriana y antifúngica, ofrece un efecto saciante que ayuda a reducir la grasa abdominal y acelera el metabolismo. Cabe acotar que, debe ser consumido con moderación y bajo supervisión médica, para evitar riesgos innecesarios.
Beneficios del aceite de coco
Este producto contiene propiedades antioxidantes que favorecen el cuidado de la salud y, además, actúa como antiviral y antifúngico en varias infecciones.
Gracias a su versatilidad, puede utilizarse para aderezar ensaladas, preparar postres y hasta para aplicarse sobre la piel y el cabello para hidratarlos y fortalecerlos.
En tal sentido, su uso resulta ser bastante variado y sus beneficios son infinitos, por ejemplo, ayuda a perder peso, regula la glucosa en la sangre, cura la candidiasis, mejora el aspecto de la piel, y restaura el pelo dañado ayudándolo a crecer saludable.
Repelente
Además de los beneficios antes señalados, el aceite de coco también se aplica sobre la piel con el objeto de repeler las garrapatas. Es decir, si acudirás a la montaña o un lugar donde crees puede haber estos insectos, aplica una buena cantidad de aceite de coco sobre la piel. Este producto natural contiene ácido láurico que no es del agrado de las garrapatas, por lo que se mantendrán lejos de tu piel.
Es decir, este producto sirve como repelente natural, y el riesgo de sufrir irritación y alergias en la piel es inferior que al utilizar productos artificiales.
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