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Las caídas no deben ser discapacitantes

Domingo, 20 de febrero de 2022 a las 01:00 pm
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Las caídas, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), son la segunda causa mundial de muertes por traumatismos involuntarios. Cerca de 700 mil personas, mayores de 60 años, pierden la vida anualmente por este tipo de lesiones.

La prevención es fundamental, para evitar que estas cifras sigan creciendo. Por ello, hay que tomar en cuenta una serie de factores y hacer ajustes en el entorno del anciano. Para así reducir los posibles accidentes o lesiones que puedan causarles alguna discapacidad.

El Dr. Oscar Navas, en base a estadísticas, asegura que 1/3 de las fracturas que atienden corresponden a personas mayores. El especialista del Servicio de Traumatología del Hospital Universitario Luis Razetti de Barcelona y del IVSS de Puerto La Cruz, asegura que tres de cada cuatro (75%) son mujeres.

Factores de riesgo en las caídas

Prestar atención al suelo y escaleras, mantener una buena iluminación, utilizar zapatos antirresbalantes, revisar la visión y los lentes, mantener una dieta equilibrada. Además, una adecuada rutina de ejercicios para fortalecer las piernas, son algunas de las sugerencias más comunes, para reducir los factores de riesgo de fracturas.

Navas considera que con los años, el desgaste de la estructura ósea o de los músculos, puede convertir una simple caída en un evento negativo para la salud. Que incluso pueda requerir hospitalización o cirugía.

Por lo general, los resbalones ocurren caminando, subiendo un escalón, en el baño o en la calle. Las partes del cuerpo más vulnerables a sufrir lesiones son: en primer lugar, cadera, seguido de tercio discal del radio (muñeca), columna, humero proximal (hombro) y tobillo.

El traumatólogo destacó que la osteoporosis en la mujer es un factor de riesgo, al igual que otros padecimientos como las enfermedades degenerativas, por ejemplo: Parkinson, accidentes cerebrovasculares, deformaciones óseas, alteraciones de la visión, várices, escoliosis, vértigo, o afecciones del oído medio que generen inestabilidad o una marcha claudicante.

También es importante supervisar el consumo de somníferos, antipsicóticos y sedantes, así como la inactividad física, el exceso de tabaco y alcohol. Así como el consumo de ciertos medicamentos que pueden debilitar los huesos y provocar mareos.

Prevención

Todos los casos mencionados se pueden evitar o minimizar su frecuencia, manteniendo una dieta rica en vitamina D y calcio para tener huesos sanos. Realizarse anualmente la densitometría ósea, controlar la presión arterial y los niveles de glucosa en la sangre, equipar baños y pisos con tapetes antideslizantes. También, utilizar barras de apoyo para evitar un resbalón.

Debido a la pandemia por la Covid-19, la OMS está promoviendo desde 2020 la práctica de ejercicios aeróbicos en niños y adultos. Por lo menos una hora al día, de lunes a viernes, con el fin de salvar a cinco millones de personas y reducir el sedentarismo.

De igual forma, Navas considera que la actividad física es fundamental para los mayores de 65 años. Es la mejor forma de recuperar el 3% de masa muscular que pierden anualmente.

Caminar o hacer yoga, en la mañana o después de las 4:00 de la tarde, refuerza el equilibrio, la coordinación y la fuerza muscular. Cuanto más se practique, mayores beneficios aportarán a la salud.

Lesiones más comunes

Cadera

Las fracturas en la cadera son dolorosas y las más discapacitantes, aunque la cirugía para colocar un clavo céfalo-medular o una prótesis pueden devolverle la movilidad en corto plazo. La OMS estima que en 2050, la incidencia de este tipo de lesiones en el mundo se eleve a seis millones.

La frecuencia de estas fracturas en mujeres es tres veces mayor que en hombres, a causa de la pérdida de densidad ósea y masa muscular después de la menopausia.

Tibia o rodilla

Cuando las personas tropiezan y caen, suelen lesionarse la tibia (espinilla), la rodilla o la rótula. Algunas de estas fracturas requieren yeso, mientras que otras necesitan cirugía.

Las mujeres mayores con huesos débiles son las más propensas a sufrir de estos accidentes, especialmente en la rodilla, producto de la osteoporosis.

Tibia o rodilla

Si la caída es de espalda, padece de cáncer o de osteoporosis, existe la probabilidad que la columna vertebral resulte afectada.

Dependiendo de la gravedad de la lesión, puede requerir reposo, terapia, cirugía, y hasta perder la movilidad de las piernas.

Muchas veces, las fracturas de columna permanecen ocultas, porque aunque 40% de los adultos mayores tienen alguna vértebra fracturada, lo atribuyen a cualquier dolencia, no a la edad. Los especialistas recomiendan consultar al médico, si el dolor es intenso o persiste varios días.

Cabeza

El trauma cerebral puede ocurrir aun en casos de que el golpe sea de bajo impacto. Se pueden presentar hematomas o sangrado alrededor del cerebro.

Este tipo de fracturas puede disminuir las capacidades cognitivas o desencadenar en Alzheimer. Por ello, después de una caída, los pacientes deben acudir al médico para una evaluación de su estado mental.

Brazos y hombros

Los efectos de las lesiones en las extremidades superiores son dolorosos: deformación, hinchazón y pérdida de movilidad en brazos y hombros.

La forma de tratarlo será diferente, según el desplazamiento y la fractura. Si el daño es grave, puede requerir yeso, hospitalización o cirugía.

Por Pedro Castillo

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