La lechuga no solo sirve para las ensaladas y para decorar las bandejas de los platos, desde hace tiempo se viene usando como un recurso medicinal.
En la antigüedad -especialmente en Egipto- se rendía culto a las deidades consideradas patrocinadoras de la libido, ofrendándoles plantas de lechuga.
Hasta que en 2006 se descubrió que una dosis moderada de los alcaloides presentes en esta hortaliza tiene efectos ligeramente afrodisíacos, mientras que una elevada, actúa a la inversa, como un ansiolítico.
Propiedades de la lechuga
Se le atribuye propiedades diuréticas, antiinflamatorias y relajante. Es rica en antioxidantes, como la vitamina A, C, E, B1, B2, B3 y K; minerales: fósforo, hierro, calcio, potasio y aminoácidos.
Además, la lechuga tiene muy poco valor nutritivo pero un alto contenido de agua (90-95%). Las hojas exteriores más verdes son las que tienen mayor contenido en vitamina C y Hierro.
Beneficios
Contiene una gran cantidad de hierro que sirve para aliviar y prevenir la fatiga, el cansancio y la anemia.
Fortalece las vías respiratorias, evitando estados gripales o resfríos.
Tiene efectos sedantes y tranquilizantes, ya que calma los nervios, alivia las palpitaciones y controla los problemas de insomnio.
Es un poderoso analgésico, ya que tiene un efecto calmante en dolores musculares, torceduras o golpes.
Contiene antioxidantes naturales, que protegen al organismo de los radicales libres, causantes del envejecimiento celular.
Disminuye los niveles de colesterol y activa la circulación previniendo la arterosclerosis.
Regula los niveles de azúcar en la sangre, ideal para las personas diabéticas.
Alivia problemas de flatulencias ya que actúa como un agente desinflamante efectivo en casos de inflamación abdominal.
Posee altas dosis de calcio y fósforo que ayudan a tener huesos sanos y fuertes. Las hojas frescas son una excelente fuente de vitamina A.
El jugo de lechuga para qué sirve
Para las personas que sufren de asma, bronquitis y tos puede cocinar las hojas hasta que hierva por unos 15 minutos, licuar unas hojas y hacer un jugo para reducir estos síntomas.
Incluso, si tiene los ojos cansados o tiene conjuntivitis y no tiene colirio, puede sustituirlo por unas gotas del jugo de lechuga.
El agua donde hierve la lechuga también le pueden servir para curar quemaduras.
Infusión
Mucha gente le atribuye los efectos positivos del té de lechuga para conciliar el sueño.
Y puede que tengan la razón, ya que investigadores de la Academia de Ciencias de Polonia comprobó sus efectos sedantes en ratones.
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