Las servilletas forman parte importante de los elementos en la mesa, esta pieza rectangular elaborada de tela o papel fue aceptada como signo de refinamiento en un comedor, gracias a Leonardo da Vinci quien la inventó en el año 1491.
La palabra deriva del francés serviette y es una pieza rectangular elaborada de tela o papel.
En la época romana, se usaban la sudaria, que era un pequeño trozo de tela que cabía en un bolsillo y se usaba para secar el sudor de la frente durante las comías en el mediterráneo y el mapea.
Era una pieza de tela más larga que se extendía sobre el borde de los sillones para protegerlos de los alimentos que se ingerían en una posición reclinada, pero, también se usaba para limpiarse los labios.
Las servilletas fueron aceptadas como signo de refinamiento en un comedor, y se fabricaban en tela de diversos tamaños. El uso de servilletas de papel se hizo popular en los Estados Unidos en la década de 1950.
Para la época da Vinci era maestro de ceremonias del duque de Milán decidió cambiar la costumbre que tenían de limpiarse con conejos vivos que amarraban en las sillas.
A partir de ese momento se comenzó a colocar un paño individual a cada comensal con la idea de ofrecer a los invitados una manera de limpiarse las manos durante los banquetes.
Doblar las servilletas
La tradición de los pliegues data del siglo XVI. En Francia, la moda se lanzó durante el reinado de Enrique III. La servilleta, para entonces era de gran tamaño, media hasta un metro de largo, se anudaba en el cuello.
Actualmente el arte de doblar las servilletas se ve más en las mesas, se han convertido en un elemento de elegancia y al mismo tiempo sirve para emplearse para envolver panes, para presentar los cubiertos o simplemente para adornar.
Para hacer un buen pliegue, es preferible almidonar previamente las servilletas; así conseguirá mayor firmeza.
Los plegados complicados y los tejidos difíciles, se recomienda utilizar una plancha que marque los pliegues.
Cómo formar un abanico
1 Doble en dos, luego doble en tercera parte hacia arriba. Marque el centro con un pliegue hacia arriba.
2 Haga los mismos con cada cuarta parte. Después con las octavas partes.
3 Doble en forma de acordeón, dividiendo cada parte con un pliegue.
4 Alce las esquinas que quedan entre pliegue y pliegue.
5 Levante el triángulo y abra en abanico.
Reglas de etiqueta
– Se puede emplear la servilleta tantas veces como se crea oportuno.
– Es obligatorio limpiar la comisura de los labios antes de ingerir líquidos. De esta forma, no se dejan marcas grasientas o de lápiz labial en la cristalería.
– La comida queda cerrada formalmente cuando el anfitrión pone su servilleta a la derecha del plato, instante en el que se da paso al café y/o postre.
– Lo correcto es dejar la servilleta ligeramente doblada, pero nunca igual a como estaba al comienzo de la comida.
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