Hablar de sexo y todo lo que en torno a este tema se refiere solía ser un tabú en parte de la sociedad; no obstante, con el paso de los años, la tecnología, la modernidad, cambios de pensamiento, y un sinfín de motivos han influido para que cada vez sean más quienes hablan sin pena, pudor, ni temor alguno de su sexualidad, por ejemplo.
Partiendo de ello, y sin miedo a ser señaladas, muchas mujeres han optado por hablar de sus relaciones sexuales y en particular sobre la eyaculación femenina, un punto que hace unos años quien lo experimentaba sentía vergüenza por la acción, y mucho más por conversar sobre lo sucedido.
¿Qué es?
La eyaculación femenina es una reacción fisiológica, es un líquido inodoro y transparente, tenuemente blanquecino que se expulsa por la vagina durante el orgasmo.
En ocasiones puede confundirse con el lubricante vaginal natural que facilita la penetración o con la orina; sin embargo, tiene características químicas distintas, su salida no se efectúa a través de la uretra, y, además es físicamente imposible orinar durante un orgasmo.
Aunque las películas de contenido pornográfico son las que suelen mostrar el tema, pueden ofrecer un mensaje que en ocasiones no siempre es completamente real y esto genera malos entendidos y perjudica las relaciones íntimas; pues la mujer se siente insegura durante la actividad sexual por no llegar a generar ese “charco”, o siente pena con su pareja, e incluso, muchas creen tener problemas de incontinencia urinaria.
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Real
La expulsión de cierta cantidad de fluido vaginal es similar al que expulsan los hombres por la próstata. Este líquido proviene de las glándulas de Skene, situadas en la pared anterior en la vagina y están rodeadas de un tejido, que incluye el clítoris, el cual aumenta la irrigación sanguínea durante la excitación sexual.
Expertos señalan que la eyaculación femenina no depende de la capacidad de la mujer para alcanzar un orgasmo, sino que es un tema de fisionomía y de cómo funcionan las glándulas de Skene.
Sexólogos apuntan que muchas mujeres dejan escapar bajas dosis, aunque no haya excitación; mientras que otras, aunque si lo consigan, la eyaculación puede ser imperceptible. Otros expertos señalan que todas las mujeres experimentan eyaculación, pero muchas no lo notan porque es posible que el fluido se desplace hacia la vejiga en lugar de salir del cuerpo.
Entre el 10% y el 50% de las mujeres eyaculan durante las relaciones sexuales, indica la Sociedad Internacional para la Medicina Sexual.
¿Cómo conseguirlo?
Aunque es una reacción que responde principalmente a la fisionomía de la mujer, con una adecuada estimulación del punto G, existe una amplia posibilidad de terminar en una eyaculación.
No está demostrado que exista un órgano o estructura como tal que defina el punto G; no obstante, se cree que está ubicado a tres centímetros de la vagina y coincide con el clítoris. Algunos estudiosos de la materia señalan que es de característica muy rugosa al tacto y en algunas mujeres puede hincharse en función de la excitación.
Aprende a estimular el llamado punto G
1. Con las manos limpias y las uñas lisas, usa el dedo anular y medio juntos, dejando el meñique y el índice hacia atrás. Realiza la posición similar a la que hace Spiderman para lanzar la telaraña.
2. Introduce los dedos en la vagina calculando llegar a la altura del clítoris, pero por la parte interna, y comienza con los movimientos hacia adelante y atrás. El movimiento correcto es similar a como si estuvieras llamando a alguien. Recuerda solo mover los dedos, pues al mover la muñeca perderás fuerza.
3. Los movimientos deben subir y bajar de intensidad según lo pida tu cuerpo; y así lograrás lubricar con mayor intensidad, y hasta notarás la sensación de querer orinar; no te preocupes, ignora esa sensación y concéntrate en disfrutar y seguir estimulándote y con suerte llegar a una eyaculación y hasta un orgasmo.
2020-12-29
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