Existen en todo el mundo más de 20 especies de mandarinas comestibles, suelen ser pequeñas y se destaca por tener dentro de sus componentes agua y poca azúcar, lo que las ha convertido en una fruta bien apreciada.
Esta fruta no solo cautiva por su aroma, sino que es considerada una de las más completas, ya que su pulpa está formada por numerosas vesículas que aporta vitaminas antioxidantes y grandes beneficios para el organismo.
El árbol que pertenece se llama mandarino y éste es de la familia de las Rutáceas, se le compara por sus características al naranjo. Entre las más conocidas estan la fina, clemenrubi, oronules, clemenules, arrufatinas, marisol y la loretina.
Cómo aprovechar las mandarinas
En la cocina
Es una de las frutas más fáciles de pelar, suele comerse gajo a gajo. Si embargo hay algunos que las utilizan en jugos, en almíbar, mermeladas, gelatinas e incluso para marinar un pollo.
Otros aprovechan las cáscaras para rallar y darle sabor a los cupcakes o tortas. Los chef y pasteleros pueden usar la piel de la mandarina confitada.
Para la piel
Tomar jugo de mandarina hace que la piel brille y mejore el tono de la piel. También protege la piel de los rayos UVA y ayudan para resistir el daño causado por el sol y los radicales libres. Reduce los signos del envejecimiento como las arrugas, líneas finas y manchas.
El aceite de mandarina
Es útil en el crecimiento de nuevas células y tejidos. Esto ayuda en la curación de las heridas más rápido.
Para el cabello
Al ser rica en vitamina E y B12 puede ayudar a inducir en el crecimiento del cabello y a minimizar el encanecimiento de su cabello.
Puede aplicar tópicamente jugo de mandarina para el cabello y enjuagar luego. Esto le dará brillo y soltura en el pelo. Asegúrese de aplicar el jugo sólo después de añadirlo a su aceite en el cabello.
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