EFE
La empresa colombiana Inal ha obtenido la patente en dos máquinas que permiten reducir el consumo de agua en las plantaciones de palma africana y aprovechar los desechos, con la que espera revolucionar esta industria dentro y fuera de Colombia.
La nueva maquinaria supone para Inal, con sede en la ciudad de Bucaramanga, un giro radical en su modelo de negocio, enfocado desde hace 30 años en la fabricación de repuestos para el sector petrolero.
El mercado al que mira ahora la compañía está conformado por las 430.000 hectáreas de palma cultivadas en Colombia, el primer productor de América Latina y cuarto a nivel mundial.
Pero también a países vecinos y muy especialmente Malasia, que con cinco millones de hectáreas es el que tiene la mayor superficie del planeta sembrada de palma, la materia prima dirigida en su mayor parte a la fabricación de biodiesel.
Tras años de investigación Inal obtuvo por parte de la Superintendencia de Industria y Comercio de Colombia una primera patente denominada "Proceso Avatar para la extracción de aceite de palma mediante el desgranado y esterilización dinámica del fruto fresco".
Esta innovación, explicó en entrevista con Colombia.inn, agencia operada por Efe, el gerente general de Inal, Ángel Acuña, "traerá beneficios para el medio ambiente y la sostenibilidad de las extractoras porque en lugar de consumir 1.200 litros de agua empleará solo 200″.
Antes de finalizar 2014 la firma tiene previsto instalar en el municipio de Sabana de Torres, en el departamento de Santander, al que pertenece Bucaramanga, una planta piloto capaz de procesar diez toneladas de palma por hora, para ampliar esa oferta hasta 36 toneladas.
Con su segunda patente, denominada "Sistema y procedimiento para conversión de materiales orgánicos sobrantes del proceso de extracción de aceite mediante reducción mecánica y biológica en abono bio-orgánico y otros productos", se harán sustratos y medios filtrantes, entre otros subproductos.
El objetivo es poner en funcionamiento dos plantas a medio plazo, para lo que Inal ya ha invertido un millón de dólares.
Con esta maquinaria "se reduce el consumo de agua en un 60 %, se emplea menos área de construcción en las fincas y se aprovechan los materiales que antes sobraban y contaminaban", argumentó.
Inal, que en 2013 facturó 2,9 millones de dólares, espera alcanzar los seis millones de dólares en 2016 al vender la maquinaria en diferentes plantaciones de Colombia.
"Colombia quiere llegar a tener 1,5 millones de hectáreas de palma para aumentar la producción de aceite rojo, que es de un millón de toneladas, para las cuales son necesarias cinco millones de toneladas de fruto fresco", señaló el gerente.
Reconoció así que "aunque el camino es largo el futuro es muy prometedor para nuestro negocio".
Además ya se ha puesto a la tarea de exportar sus productos con el apoyo del Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación (Colciencias) y de iNNpulsa, la unidad del Gobierno nacional que apoya el crecimiento empresarial extraordinario.
"En Guatemala, que sería nuestro primer destino internacional, queremos instalar en los próximos 18 meses una primera planta extractora con capacidad de 20 toneladas hora", adelantó Acuña.
Luego, puntualizó, "nos gustaría incursionar en los mercados de Ecuador, Brasil y Centroamérica para después dar el gran salto a Malasia, que es el sueño para los productores de palma africana, y en donde nosotros pensamos que podemos contribuir con la sostenibilidad de los agronegocios".
2014-09-27