EFE
Directivos de Netflix, Twitter y Skype compartieron sus experiencias en la industria tecnológica y disertaron sobre tendencias de innovación, creatividad y estrategias digitales, durante la primera edición de la Conferencia de Marketing Digital que se celebró hoy en Buenos Aires.
Jonas Kjellberg, uno de los creadores de Skype; Marc Randolf, cofundador de Netflix, y Dom Sagolla, de la red social Twitter, explicaron los inicios de las tres empresas y analizaron las claves de su éxito.
La importancia del "factor deleite", que de un plus a los usuarios y marque la diferencia con respecto a los competidores fue la idea central de la intervención de Kjellberg, que ahondó también en transmitir cómo crear una cultura de ventas ganadora.
¿Cómo cambiar la industria y hacer algo diferente?, planteó el conferenciante, quien profundizó en la búsqueda de estrategias de venta para lograr los primeros clientes a los que ir sumando cada vez más.
"La idea es innovar y no imitar, algo que es muy difícil de hacer", señaló Kjellberg, quien explicó que en el caso de Skype el factor deleite fue el coste cero de las llamadas.
Para él, son tres las premisas que todo emprendedor tiene que seguir para desarrollar una "start-up" (compañía incipiente): la frecuencia, el deleite y la construcción de un modelo de trabajo innovador.
Sobre todo, Kjellberg destacó la importancia de arriesgar, pero también de "estar dispuesto a fracasar", porque "de ese fracaso aparece el mejor éxito".
Sobre el miedo al fracaso disertó también Randolf, un "optimista de nacimiento", quien reconoció que ese temor existe, aunque subrayó que su superación es la que lleva al éxito.
"Cualquiera puede lograr ser emprendedor, y no hace falta tener un título muy importante ni ir a una gran universidad, ni siquiera ser muy inteligente", dijo.
Según el cofundador de Netflix, empresa norteamericana audiovisual creada en 1997, para alcanzar el éxito es necesario tener tolerancia al riesgo y una idea cualquiera, "no hace falta que sea grande, ni original, ni compleja".
"Y cómo saber cuál es la idea buena y cuál es la mala?. Hay que intentarlo y asumir el riesgo", subrayó.
Pero ante todo, para Randolf es fundamental "buscar el dolor", es decir, definir "¿qué se necesita mejorar?".
"Hay que buscar el propio dolor entre las cosas que se ven en el trabajo, en las propias vidas", argumentó.
Y en medio de ese proceso, prosiguió, "las ideas llegan en un momento ‘eureka'", como ocurrió con Netflix, que comenzó con el envío de DVDs por correo y en la actualidad proporciona mediante una tarifa plana mensual películas y series de televisión, principalmente, bajo demanda por Internet.
"La persistencia es fundamental en un buen emprendedor. Hay que probar muchas malas ideas, esa es la base de las start-ups", señaló Randolf.
Para el ejecutivo de Sillicon Valley, los costes de ese proceso no tiene que ser altos, porque simplemente se trata de comprobar si "la idea esencial funciona, no es necesario llegar hasta la fase final del producto".
Y para tener éxito, Randolf animó a los jóvenes emprendedores a "creer en uno mismo".
El inicio de la intervención de Dom Sagolla, cofundador de Twitter fue contundente: "Todos en esta sala tienen el poder de cambiar el mundo en 140 caracteres".
Una cifra que, según él, es capaz de dejar el intelecto del usuario de esa red social "al desnudo", por su inmediatez y la adicción que genera.
"En Twitter no importa tanto el contenido como la conexión humana que genera", dijo para después analizar lo que él denomina la "anatomía de un tuit", mensaje corto que "no es mas que la punta de un iceberg en el que lo fuerte es el contexto".
Sagolla explicó sus diferentes experiencias de innovación en comunidad, y señaló que para que las buenas ideas fluyan es necesario marcarse límites, poner el foco en algo en concreto y "aislarse para estar libre de distracciones".
2014-09-26