BBC
Ben Heck se especializa en lo que bien podría llamarse "informática de bonsai". Su pasatiempo es miniaturizar consolas de videojuego.
En Estados Unidos Heck es una celebridad en el ambiente de los creadores, gracias a sus divertidos videos en YouTube.
En su programa The Ben Heck Show, y a petición de los usuarios -que se cuentan por millones-, Heck hackea cualquier producto con componentes digitales, desde teléfonos inteligentes hasta puertas electrónicas y sillas de ruedas, para después adaptarlos y transformarlos en objetos sorprendentes.
También construye artilugios de la nada.
Pero es más conocido por sus habilidades como "modificador de consolas": es un experto en la deconstrucción y transformación de consolas de juegos clásicos, para hacer que funcionen de una manera distinta a su versión original.
Hace 15 años que Heck cultiva esta pasión, inspirada por su fascinación con los videojuegos desde su infancia en Wisconsin.
Esta semana Heck participó en un festival de acampada en Londres, llamado Campo Electromagnético.
¿Cómo lo logra?
En esencia, su técnica consiste en abrir las entrañas de las consolas de los videojuegos y mutilar sus componentes.
La miniaturización es posible porque Heck utiliza almacenadores de datos modernos y también componentes de hoy en día que consumen menos potencia.
Además, puede reemplazar los elementos más voluminosos, como la pantalla, el teclado y la carcasa, con su propias partes.
Para impresionar a sus compañeros de Londres Heck llegó al festival con una conversión de una pieza clásica de los años 80, la ZX Spectrum, del inventor inglés Sir Clive Sinclair.
Pero también ha transformado la Commodore 64 y la XBox 360 en computadoras portátiles.
Y ha hecho versiones de mano de consolas de Atari, Sega y Sony.
Informática retro
Para la hazaña con la Sinclair ZX Spectrum, Heck encontró en una página retro de internet los archivos de los juegos y los esquemas informáticos de las viejas joyas de los 80.
Después buscó en Ebay los chips originales.
Lo reconstruyó todo manualmente y, para probarlo, dejó el cableado a la vista con una "ventana" en la parte trasera de la consola.
Desde su tienda de campaña en Bletchley, una localidad al norte de Londres, Heck le demostró a la BBC cómo funciona su creación: conectó un iPad en el que descargó los archivos de los juegos a la consola que, igual que hace 30 años, se tomó unos minutos para descargar el juego.
"Irónicamente, la tableta es como 2.000 veces más rápida que la Spectrum", comentó.
"Podría simplemente haberme descargado a la tableta un simulador del juego", bromeó.
Según Dougal Shaw, periodista de temas de tecnología de la BBC, hay un enorme mercado nostálgico de juegos de los años 80.
Existen, de hecho, aplicaciones que te permiten bajar a tu celular inteligente títulos de antaño.
Según Shaw, esto ha permitido que los viejos estudios creadores de videojuegos que han sobrevivido hasta ahora hayan podido seguir recibiendo ingresos de sus antiguos catálogos.
Pero Heck no modificó la Sinclair ZX Spectrum para satisfacer ninguna demanda de mercado: sólo lo hizo por la curiosidad de ver si podía lograrlo.
Un costado filántropo
Curiosamente, a raíz de su fama como modificador de tecnologías, Heck recibió muchos pedidos de discapacitados y de sus familiares para crear un mando de control operable con una sola mano.
Muchos de los mensajes eran súplicas sinceras de ayuda para veteranos de guerra, pacientes que habían sufrido un derrame cerebral o víctimas de accidentes de tráfico.
Les encantaba jugar a los videojuegos y querían seguir haciéndolo.
"Se siente uno bien (al cumplir estos deseos)", le dijo a la BBC.
"Son una parte pequeña de la población, así que normalmente no se fabrican soluciones para ellos".
"Y ahí es cuando llego yo".
2014-09-12