AFP
El avión Solar Impulse 2 volaba este lunes sobre el Altántico, tras despegar desde Nueva York en la 15ª etapa de una inédita vuelta al mundo con el sol como único combustible, para aterrizar en cuatro días más en Sevilla, España.
El príncipe Alberto de Mónaco dio a las 06H30 GMT (02h30 de la madrugada en Nueva York), desde el principado donde se encuentra el centro de control de operaciones de la travesía, la luz verde al piloto suizo Bertrand Piccard para que despegara desde el aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York.
“Heme aquí solo durante cuatro días sobre el Atlántico, sin una gota de gasolina”, escribió el aventurero Piccard en Twitter momentos antes de despegar.
“Es la primera vez que despego del JFK”, dijo luego en una transmisión en vivo desde el avión, mientras ascendía hacia el cielo oscuro, al continuar una peligrosa travesía que busca promover el uso de energías renovables.
Luego de casi ocho horas de vuelo, el piloto tuiteó: “¡7% del vuelo transatlántico ya completado! #Europa, ¿estás lista para el regreso del #Si2 al continente?”
Piccard solo podrá tener breves momentos de sueño durante las 90 horas de vuelo hasta Sevilla.
El piloto suizo, de 58 años, se alterna con su compatriota André Borschberg, de 63, al mando de Solar Impulse 2, un monoplaza de cuatro hélices movidas por la energía suministrada por sus 17.000 células fotovoltaicas instaladas en sus alas.
“Esta vez estoy yo en la cabina, pero volamos juntos”, dijo Piccard a su copiloto antes de subirse a su “avión de papel”. El aparato sólo puede transportar a un tripulante.
No más pesado que un automóvil y con una envergadura de 72 metros similar a un Jumbo 747, el avión surca los cielos a una velocidad que generalmente no excede los 50 km/h, pero que puede duplicarse con una exposición directa al sol.
Su poco peso (1,5 toneladas) hace al Solar Impulse 2 muy sensible a las turbulencias.
– Demoras por clima y problemas de baterías –
El “avión de papel” cumple sobre el Atlántico su 15ª etapa de su vuelta al mundo, iniciada el 9 de marzo en Abu Dabi, Emiratos Árabes Unidos. Cuando llegue a Sevilla le faltará un tercio del viaje, el cruce de Europa y el Medio Oriente, para volver a su punto de partida.
En su etapa más larga, el Solar Impulse 2 voló 118 horas desde de Nagoya, en Japón, hasta el archipiélago estadounidense de Hawái.
Le correspondió a André Borschberg pilotear en esa larga etapa de 6.437 kilómetros sobre el Pacífico occidental.
Hasta ahora el avión ha cruzado Asia (con escalas en Mascate, Ahmedabad y Varanasi en India; Mandalay en Birmania, Chongqing y Nankin en China; y Nagoya en Japón), el Pacífico con escala en Hawái, y después Estados Unidos (con escalas en San Francisco, Phoenix, Tulsa, Dayton, Lehigh Valley y Nueva York).
En Hawái, tuvo que hacer una larga escala técnica de casi 10 meses para arreglar unas baterías, dañadas en la primera etapa de su vuelo sobre el Pacífico, que duró cinco días entre Nagoya y el archipiélago estadounidense.
Los pilotos se turnan en una pequeña cabina de 3,8 m3, que concentra equipos de alta tecnología. Equipada con tanques de oxígeno para permitir respirar a los pilotos, la cabina no está presurizada.
La cabina está recubierta con una espuma aislante que permite enfrentar las temperaturas extremas durante el vuelo (entre +40 y -40 grados Celsius).
El avión construido en Suiza fue llevado a Abu Dabi en enero de 2015 en un avión de carga.
La travesía debía haber durado cinco meses, de marzo a agosto de 2015, pero los caprichos del clima condujeron a numerosos retrasos entre las etapas.