Cuando Fujifilm sugirió que presentaría algo revolucionario a finales de enero, los entusiastas de la fotografía se emocionaron ante las posibilidades y no fueron defraudados. X-T1 sin duda es producto de tecnología vanguardista, pero podría no complacer a los profesionales, pues se trata de una cámara de sistema compacto que si bien tiene apariencia de SLR, sus capacidades están limitadas.
Por supuesto, limitado no significa deficiente, ya que Fujifilm presume que éste es su modelo más avanzado en cuanto a características fotográficas y flexibilidad de uso. Sucesora de la X-Series, esta cámara apuesta por una estética retro, al ofrecer numerosas perillas para la configuración manual, desde los niveles ISO hasta la apertura del diafragma o la velocidad del obturador.
A diferencia de la Df de Nikon —con la que guarda mucho parecido visual—, X-T1 no tiene un espejo, pero lo compensa con un par de cualidades interesantes, como un visor electrónico que garantiza una experiencia equivalente a la de una mira óptica tradicional. En específico, la compañía presume que el viewfinder está potenciado por una pantalla OLED de 2.36 millones de puntos y que además de brindar una imagen de alta fidelidad, tiene un tiempo respuesta de 0.005 segundos, velocidad complementada con una magnificación de 0.77x para ayudar con el enfoque manual.
Fujifilm asegura que la T-X1 es la más rápida del mundo, gracias un procesador EXR II que enciende las funciones en menos de medio segundo y que permite cálculos de enfoque automático de hasta 0.08 segundos. Lo anterior se vale de intervalos de obturación de 0.05 segundos para disparar 8 fotos en el modo ráfaga. / qore.com