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¡Para no dormirse al volante!

Sabado, 16 de agosto de 2014 a las 07:30 pm
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EFE

Un dispositivo, colocado en el asiento y en el cinturón de seguridad del vehículo, es capaz de medir la actividad cardíaca y la respiración del conductor, avisándole si aparecen síntomas de fatiga. Pronto formará parte del equipamiento de serie de los nuevos automóviles…

Para José Solaz, director de innovación de mercados en automoción y medios de transporte del Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV) (España): “los detectores de fatiga integrados en los componentes del vehículo pueden salvar miles de vidas al año y reducir en miles de millones de dólares los costes sanitarios”.

"Al entrar en estados de agotamiento o somnolencia aparecen modificaciones en la respiración y frecuencia cardíaca, por lo que monitorizando estas constantes podemos detectar y avisar al conductor la aparición de síntomas de fatiga", según José Solaz, director de innovación de mercados en automoción y medios de transporte.

"Otra de las ventajas de este dispositivo, cuya presencia no se aprecia visualmente, es que no incluye elementos adicionales que modifiquen la estética o la forma del interior del vehículo, porque va incorporado al cinturón de seguridad y al asiento, pasando inadvertido para el conductor", indica a Efe el portavoz del IBV.

Según datos del eSafety Forum, plataforma conjunta de organismos y empresas especializados en seguridad vial puesta en marcha por la Comisión Europea y rebautizada como iMobility Forum (www.imobilitysupport.eu), más del 8% de todos los accidentes de vehículos están relacionados con la fatiga, y esta proporción aumenta en el caso de los accidentes con víctimas mortales, siendo la fatiga del conductor responsable de entre el 20 y el 35% de los accidentes severos, de acuerdo al Instituto de Biomecánica (IBV)de la ciudad española de Valencia.

Para José Solaz, director de innovación de mercados en automoción y medios de transporte del IBV (www.ibv.org), “los detectores de fatiga integrados en los componentes del vehículo pueden reducir este problema, salvando miles de vidas al año y reduciendo en miles de millones de dólares los costes sanitarios”.

El IBV ha desarrollado, dentro del proyecto europeo HARKEN, un sistema de sensores integrado en materiales textiles inteligentes ubicados en la cubierta del asiento y en el cinturón de seguridad del vehículo, que mide la actividad cardiaca y la respiración del conductor para prevenir su somnolencia y fatiga al volante.

Según explica Solaz, responsable de esta investigación, cuando se entra en estados de agotamiento o somnolencia "aparecen modificaciones en la respiración y frecuencia cardíaca, por lo que monitorizando estas constantes podemos detectar y, por tanto, avisar al conductor ante la aparición de síntomas de fatiga".

"El dispositivo HARKEN detecta el efecto mecánico del corazón y la actividad respiratoria, filtrando y anulando el ruido producido por los elementos propios de un vehículo en movimiento, como las vibraciones y los movimientos del cuerpo, y calcula los parámetros relevantes", explica el experto del IBV.

Según Solaz, este sistema consta de tres componentes principales: el sensor del asiento, el sensor del cinturón de seguridad, y la unidad de procesamiento de señales SPU, que procesa los datos en tiempo real, y es completamente invisible para el usuario del coche.

"El dispositivo ha sido probado por usuarios en circuito cerrado para determinar su eficacia en condiciones de uso reales y, en breve, se testará el comportamiento del sistema en situaciones de tráfico real en vehículos en la calle", adelanta.

INNOVADOR SISTEMA DE ALERTA TEMPRANA.

"En el desarrollo y ensayo de este sistema, dentro del proyecto europeo HARKEN (harken.ibv.org), el IBV ha testado el sistema en su laboratorio de análisis del comportamiento del conductor que cuenta con un simulador de automoción de última generación en el que se pueden recrear situaciones reales de conducción", señala.

“La principal innovación es que el sistema es capaz de detectar los primeros síntomas de fatiga y somnolencia, de manera que, a diferencia de otros, permitirá al vehículo anticiparse a que el conductor entre en una fase de sueño”, señala José Solaz, a Efe.

"Otra de sus ventajas es que no incluye elementos adicionales que modifiquen la estética o la forma del interior del vehículo, porque va incorporado al cinturón de seguridad y al asiento, pasando inadvertido para el conductor", indica el portavoz del IBV.

"A diferencia de otros dispositivos no es invasivo para el usuario, ni supone que tenga que llevar sobre su cuerpo o manipular ningún elemento tecnológico adicional, ni adaptarse a este", añade.

De acuerdo al portavoz del IBV, este prototipo está concebido para que sea fabricable con la tecnología actual del sector a precios razonables, por lo que podría comenzar a producirse dentro de poco tiempo e incorporarse como equipamiento de serie en los vehículos que se lancen al mercado en el futuro cercano.

Según Solaz, no hay sistemas comerciales que midan señal cardíaca o respiratoria del conductor en el coche y los sistemas existentes funcionan en laboratorio, pero no están implantados como soluciones industrializadas.

“Lo más cercano a HARKEN que hay en el mercado y que detecte señales proveniente del conductor son unas gafas que detectan movimiento ocular y que el conductor debe llevar puestas”, añade.

AVISOS VISUALES Y ACÚSTICOS SIN SOBRESALTOS.

En cuanto a la antelación del aviso al conductor, según Solaz “esto depende de cómo se procese la señal detectada por HARKEN. Por trabajos previos sabemos que básicamente podremos diferenciar tres fases, la fase 0, de atención; la fase 1, de fatiga; y la fase 2, de somnolencia”.

“HARKEN permitirá conocer en qué estado se encuentra el conductor y permitiría avisar cuando se pase de la fase 0 a la fase 1 con cierta intensidad, y cuando se pase de fase 1 a fase 2 con intensidad mayor”, detalla.

En cuanto a cómo se avisaría, adelanta que “pueden combinarse avisos visuales y acústicos que varíen de intensidad en función del momento. En cualquier caso, estas alertas han de ser calculadas cuidadosamente para no sobresaltar al conductor y que sean reconocidas sin confundirlas con otro tipo de alarma que pueda emitir el vehículo”.

El experto explica que actualmente las empresas participantes en el proyecto se encuentran en la fase de patentes y protección de resultados y que “existen ya contactos con clientes internacionales. Se prevé que en dos años puedan verse los primeros sistemas terminados y homologados por OEM” (siglas en inglés de “fabricante de equipamiento original”).

Según Solaz, este dispositivo puede ir en un sedán, pero también en vehículos para transporte de cargas y pasajeros, ya que “el sistema de sensores va integrado en el cinturón de seguridad y en el textil del asiento, y cualquier medio de transporte es susceptible de incorporar el sistema”.

“La electrónica de control y los algoritmos desarrollados son adaptables para ser incorporados en la electrónica de cualquier fabricante”, añade.

Sin embargo el experto del IBV señala a Efe, que la posibilidad de incorporar el HARKEN a vehículos del parque automotor existente no es tan fácil, ya que “la integración a posteriori implicaría reemplazar componentes del vehículo que son clave para la seguridad -como el cinturón- con las homologaciones que ello implica, además del ajuste de detalle que depende del tipo de asiento o posición del cinturón entre otros parámetros constructivos”.

2014-08-17