AP
En respuesta a las recientes desapariciones de aeronaves, la agencia estadounidense de investigación de accidentes recomendó el jueves que todos los aviones de pasajeros que sobrevuelen el mar en vuelos largos cuenten con nueva tecnología que permita encontrarlos con mayor facilidad en caso de un percance.
Motivada en parte por la desaparición del vuelo 370 de Malaysia Airlines y las 239 personas que viajaban en el aparato en marzo del año pasado, la Junta Nacional de Seguridad del Transporte de Estados Unidos (NTSB) indicó que una forma de resolverlo sería usando transmisores resistentes a la manipulación que envíen datos vía satélite sobre la ubicación del avión minuto a minuto.
La NTSB pidió además que Estados Unidos exija que los aviones cuenten con radiobalizas sumergibles de alta frecuencia cuyas señales sean más fáciles de detectar por las naves de búsqueda. De acuerdo con la agencia, tales aparatos deberían tener baterías de larga duración capaces de funcionar al menos durante 90 días después del accidente, en lugar de los 30 días que actualmente duran.
La Junta también exhortó a las autoridades estadounidenses que requieran que los aviones estén equipados con videograbadoras de la cabina y todas las grabaciones de las aeronaves —incluyendo los datos de vuelo y grabadoras de voz conocidas como "cajas negras"— estén diseñadas a manera de que no puedan ser inhabilitadas por la tripulación.
Pero incluso con tal tecnología, sería difícil encontrar y recuperar cajas negras sumergidas a miles de metros de profundidad. La NTSB sugirió la fabricación de cajas negras que puedan ser expulsadas, a fin de que puedan flotar a la superficie con un localizador.
Otra posibilidad sería exigir que los aviones, justo antes de un accidente, transmitan datos cruciales, incluyendo la velocidad aerodinámica, la altitud, el cabeceo y si los motores están funcionando. Joe Kolly, director de investigación e ingeniería de la NTSB, dijo que es posible el envío automáticamente de tal información en caso de que algo potencialmente catastrófico le suceda al avión.
Aunque la agencia dijo que ya existe tal tecnología, su costo podría resultar una barrera para sus recomendaciones. La desaparición de aviones es poco común y ninguno de los accidentes reciente en los que se complicó la ubicación de los restos involucró aeronaves estadounidenses. La Administración Federal de Aviación batalla con frecuencia para justificar la aplicación de nuevas normas a menos de que pueda demostrar que el valor de vidas salvadas tiene mayor peso que el costo de la industria.
Las recomendaciones de la Junta exceden también las recomendaciones respaldadas por la industria, que se espera sean debatidas el próximo mes en una reunión de la Organización Internacional de Aviación Civil, una entidad de Naciones Unidas, en Montreal.