EFE
Samsung Electronics estimó un beneficio operativo de 9,2 billones de wones (7.330 millones de euros) para el cuatro trimestre de 2016 (octubre-diciembre), lo que supone un 49,8 % interanual más, pese a la retirada global del Galaxy Note 7.
La cantidad es, además, un 76,9% superior al operativo de 5,2 billones de wones (4.140 millones de euros) que el gigante de la electrónica surcoreano registró en el trimestre de julio-septiembre (una caída del 29,6 % interanual), unas pérdidas multimillonarias provocadas por los incendios espontáneos que afectaron al modelo.
En cuanto a la facturación, el conglomerado prevé unas ventas de unos 53 billones de wones (42.195 millones de euros) para el último trimestre de 2016, lo que supone una disminución del 0,6 % con respecto al mismo período de 2015, según detalló en un comunicado.
Samsung también desveló su estimación para el ejercicio completo de 2016, en el que prevé registrar un beneficio operativo de 29,22 billones de wones (23.260 millones de euros), un 10,6 % interanual más, y unas ventas de 201,54 billones de wones (160.420 millones de euros), un tímido 0,44 % interanual más.
El conglomerado surcoreano comercializó su teléfono inteligente Galaxy Note 7 en agosto de 2016, pero a principios de septiembre anunció una retirada sin precedentes tras informarse de más de una treintena de casos de combustiones en terminales en diversos países.
A la llamada a revisión que afectó a unos 2,5 millones de teléfonos, le siguió la entrega de reemplazos que, no obstante, siguieron sufriendo sobrecalentamiento de las baterías, lo que llevó a la compañía a congelar las ventas y cesar la producción de su nuevo dispositivo en octubre del año pasado.
Samsung estimó entonces un impacto negativo de en torno a 3,5 billones de wones (2.785 millones de euros) en su operativo en los meses siguientes hasta marzo de 2017.
2017-01-05