Volará apenas a 60 kilómetros por hora, tardará semanas en cruzar EE.UU. de costa a costa, ni siquiera será el primer vuelo de la aeronave y sin embargo esperan que sea "un paso mítico en la aviación".
Se trata del Solar Impulse un avión impulsado únicamente por energía solar, que desde principios de mayo intentará atravesar el territorio estadoundiense.
El modelo HB-SIB es considerado el avión solar más avanzado del mundo, explica el suizo André Borschberg quien junto a su compatriota Bertrand Piccard, son los dos pilotos y creadores del Impulse.
Haciendo una analogía con la historia de la aviación tradicional, Borschberg piensa que en este momento se encuentran en una etapa similar a la de 1915 a 1920, "cuando los pioneros intentaron sus primeros vuelos sin hacer paradas".
Ya en 2010, pilotado por Borschberg, el avión realizó con éxito un vuelo nocturno de 26 horas. En 2011 voló de Suiza a Bélgica y Francia. En 2112, completó un vuelo trasatlántico, de Europa al Norte de África, esta vez pilotado por Piccard.
Y después de que alcancen el objetivo de cruzar EE.UU., buscarán darle la vuelta al mundo en 2015.
Reducir la dependencia del combustible fósil
El inicio del vuelo está previsto para el 1 de mayo, si las condiciones climáticas lo permiten. Sería la primera vez que un avión capaz de volar las 24 horas, de día y de noche e impulsado por energía solar, intente lograr el hito.
El avión partirá desde la ciudad de San Francisco, en California y hará paradas en cuatro Phoneix, Dallas y Washington DC, antes partir a Nueva York, la parada final, donde se estima que llegue a principios de julio.
Cada vuelo tomará de 20 a 25 horas, con paradas de diez días en cada ciudad. La nave, de un solo asiento, se desplaza a unos 64 kilómetros por hora.
El avión recibe su poder de unas 12.000 células solares -fotovoltaicas- dispuestas a lo largo de sus alas, las cuales dan carga a sus baterías.
"Estas células convierten los rayos del sol en electricidad, la cual provee simultáneamente energía a los motores y recarga las baterías, de forma que la nave pueda volar vuele de noche", explican a BBC Mundo los artífices del proyecto.
"Por tanto, la nave es capaz de volar de día y de noche sin uso de combustible, esto hace de la idea del viaje perpetuo algo mucho más realista".
Grande y ligero
Para lograrlo, lo primero que vieron Piccard y Borschberg fue la necesidad de que el avión tuviese una gran envergadura, a fin de reducir la resistencia del aire y de contar con espacio suficiente donde insertar las células solares.
Al mismo tiempo, necesitaban una estructura ultraligera, que ahorrase la mayor cantidad de energía, lo que permitiría volar de noche con la ayuda de baterías.
"La envergadura de las alas es equivalente a la de un 747 (63,4 metros), el peso es equivalente al de un carro pequeño (1.600 kilos) y el promedio de potencia de 24 horas de una motoneta", cuenta Borschberg.
Se trata fundamentalmente de una demostración de ahorro de energía que se puede lograr con las actuales tecnologías, pero que difícilmente reemplazará a los vuelos comerciales actuales.
"El proyecto consiste en cero combustible y la aviación convencional no puede pasar directamente a cero combustible", reconoce, pero aclara que "nuestro propósito primario no es revolucionar la aviación, sino la forma en el que la gente piensa en la energía y las tecnologías limpias".
Ambos aviadores están convencidos de que si las soluciones tecnológicas de Solar Impulse se utilizan de forma rutinaria, el planeta podría ahorrar el 50% de su consumo de energías fósiles.
"Nuestro éxito no vendrá solo de completar una vuelta al mundo sin usar combustible, sino motivar a todo el mundo a tomar las medidas necesaria para reducir la dependencia en los combustibles fósiles. Lo que somos capaces de lograr en el aire se puede lograr en tierra, en la vida cotidiana".
La aviación te hace soñar
¿Qué aplicaciones concretas podría tener el Solar Impulse?
Piccard cree que aviones solares no tripulados – del tipo drones- podrían ser utilizados como plataformas de telecomunicaciones, con menos costos que los satélites.
"Muy pronto, seguramente vamos a ver pequeñas avionetas solares".
Y aunque aceptan que no es previsible ver cambios en la aviación comercial en un futuro previsble "debemos recordar el pasado", dicen.
"En 1903, cuando los hermanos Wright lograron que su avión volara una distancia de 200 metros, ¿se podría imaginar que 24 años después, Lindbergh cruzaría el Océano Atlántico? Y 30 años más tarde las aerolíneas podían transportar 200 pasajeros en un solo vuelo, completando ese recorrido en ocho horas".
"La aviación te hace soñar, alimenta tus pasiones. Un avión que vuela sin combustible y logra algo que se imaginaba imposible, disparará nuestra imaginación y animará a muchas personas a invertir en las soluciones prácticas que necesita la sociedad". /BBC MUNDO