Los tomates son el fruto de la tomatera tiene forma esférica, aplastada generalmente por ambos caras muy ancha y redonda en la mayoría de las variedades.
Internamente contiene una pulpa jugosa, sabrosa, de sabor ligeramente acidulado. Se aprovecha casi todo del tomate, lo único que se le saca son las semillas.
En la cocina se puede consumir crudo con un simple aderezo de aceite de oliva y sal. Sirve de base para hacer varias preparaciones.
Es una buena compañía con las pastas, y es que no hay nada mejor que una buena pasta al dente, con una salsa de tomate casera.
Aprenda a pelarlos y quitarles las semillas para que sea más fácil su manipulación al momento de hacer cualquier receta. ¡Tome nota!
Para pelar los tomates sin problemas
1 Realice una pequeña incisión en la parte de arriba de los tomates en forma de cruz.
2 Llévalos a escaldar en una olla con agua hirviendo.
3 Apaga el fuego, saca los tomates y pásalos por agua fría.
4 Luego, procede a retirar la piel con las manos, verás que se desprende fácilmente.
Siempre debes sacarle la semilla
Corte los tomates por la mitad, a lo largo, y frótalos contra un colador en un bol. Si es necesario, insértales el dedo índice dentro de la cavidad para sacar las semillas.
A la hora de comprarlos
Busque aquellos pulposos, firmes y sin manchas, con una tonalidad vibrante. Al apretarlos, que solo cedan un poco y deben tener un aroma dulce.
Un tomate está totalmente maduro cuando el rojo está más oscuro en la parte de abajo y es más pálido hacia el tallo. Evita los refrigerados, el frío les mata el sabor.
Consejo
Para reducir la acidez que trae natural, sólo debes ponerlo a cocinar y puedes añadirle un toque de azúcar o aumentar su grado acidez con un chorrito de vinagre o vino blanco.
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