Los tuqueques son reptiles que pertenecen a la familia llamada Gekkonidae, alberga una cantidad de especies diferentes en el mundo.
Habitan en zonas cálidos y tropicales, especialmente en jardines, rocas, arboles, montaña, desiertos rocosos y hasta en selvas.
Su nivel de adaptación es sorprendente por los que es común verlo en las casas y edificios cerca de los humanos.
Muchas personas los llaman limpiacasas, ya que pueden alejar esos animales indeseables que llegan al hogar.
Características de los tuqueques
Esta pequeña lagartija que se destaca por su gran velocidad al recorrer distancias y es que posee unas almohadillas adhesivas en sus patas. Utiliza su gran lengua como órgano sensorial.
Su visión es 20/20, es decir perfecta, gracias a sus pupilas elípticas verticales que les permite tener mayor amplitud al observar. Tiene una trompa corta, escamas dorsales y cuerpo alargado.
Al ser una especia de gran variedad se pueden conseguir diversos tuqueques en varios tamaños y colores desde marrón hasta gris oscuro.
Alimentación
Su dieta diaria se basa en pequeñas mosquitos, grillos, saltamontes, mariposas, polillas y larvas de coquitos, moscas, arañas, chinches, cucarachas y cualquier tipo de insectos en general.
Comportamiento
Para diferenciar los machos de las hembras es que estos tienen colores más vistosos y hacen gala para atraer a la hembra.
En el caso de la hembra tienen unos poros en las escamas en la parte baja de la cola, cerca del año.
Una vez que los tuqueques se emparejas y la hembra fecunda, es capaz de almacenar la esperma por meses y fertilizar hasta ir colocando un huevo cada mes. Hacen sus nidos en las grietas de las paredes o rocas.
Su reproducción puede ser durante todo el año. Las crías duran para nacer de 44 a 45 días.
Estos pequeños animalitos hacen un sonido tipo chasquido, y es que su sistema de vocalización es único en estas lagartijas.
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