Una casa organizada te libera de tensiones, te hace más eficiente y convierte tu hogar en un lugar acogedor, es importante que tengas un lugar especial para ti y tu familia.
Si estás en un buen ambiente es más fácil que realices tus tareas cotidianas lo que te ayuda a dormir mejor, reducir el estrés y aumentar la concentración.
Un estudio realizado asegura que las personas que viven en casas desordenadas tienen mayor sensación de cansancio, todo esto producto del estrés que produce estar en un lugar desordenado.
Convivir en un hogar limpio previene gérmenes, bacterias, moho, polvos, hongos y te permitirá tener buena salud, te dará energías positivas y una mente y cuerpo sanos.
Una casa en orden
Divide la limpieza por secciones, puedes comenzar, por ejemplo, por la cocina, siguiendo con el baño, luego los cuartos y finalmente la sala. Lo importante es comenzar concentrándose en una zona y luego continuar.
Al ser más ordenado, aprovecharás mejor los espacios para guardar las cosas y usarás los muebles de manera funcional.
Divide las tareas del hogar entre todos los miembros de la familia para que todos participen por igual, así educarás a tus hijos en valores tan importantes como lo son la igualdad, la cooperación y el trabajo en equipo, e incluso, les enseñarás a ser más activos dentro de casa y tener responsabilidades.
Orden
Evita la acumulación aplica la regla del uno por uno y así por cada artículo que entre a tu clóset debes sacar uno. Aplica esta regla en todos los espacios de tu casa y evita tener más cosas de las que realmente necesitas, dile adiós a los armarios abarrotados de tazas, revistas apiladas. Ya sabes, antes de comprar algo nuevo, piensa si realmente lo necesitas.
Prioridad
– Elimina de tu armario todos los objetos que tengan más de un año sin ser usados.
– Minimiza el número de cosas que hay en tu casa y así mantenerla ordenada y limpia será una tarea mucho más sencilla.
– Según el feng shui, la energía necesita espacios ordenados y despejados para fluir libremente. A mayor cantidad de objetos, mayor desorden y menor espacio disponible, más se ralentiza la energía hasta estancarse. Cuantos más objetos tenemos, mayor es la energía que consumimos para conservarlos.
La magia del orden
-Para empezar a ordenar, primero hay que “eliminar”.
-Recomienda empezar por la ropa, luego libros, otros objetos y, por último, los recuerdos sentimentales.
-Tener en el clóset solo las prendas que usas y que te quedan bien.
-Cada tipo de objeto solo debe guardarse en un sitio. Por ejemplo, todas las franelas juntas.
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