A la hora de maquillarse el truco está en saber disimular las imperfecciones con una buena base de maquillaje. A partir de cierta edad, en determinados momentos de la vida, por cambios hormonales, salud o cansancio, cambia la coloración del rostro.
La luminosidad de la piel depende de factores internos y externos. El envejecimiento es una de las causas de transformación del rostro; sin embargo, es llamativo que algunas personas mayores conserven, a pesar de las arrugas, una tez luminosa. Se debe a los cuidados que se tuvieron en la edad joven y madura, como no aguantar sol y desmaquillarse diariamente.
Piel maquillada, piel natural
El maquillaje no refleja el estado de ánimo, pero es como una segunda piel que debe parecer natural en todo momento. La ventaja de los productos actuales es que no solo igualan el color de la piel, sino que dan un aspecto natural a la piel.
Colores claros
Ir maquillada como si no lo fueras, sigue siendo una tendencia fuerte de moda porque, realmente, el colorido de los fondos de rostro no cambia tanto. Cuando la piel está bronceada es necesario un cambio de tono. No es apropiado usar tonos oscuros de maquillaje, está demostrado que envejecen. Los colores neutros, luminosos y naturales son los que ahora acaparan más atención. Los especialistas del maquillaje recomiendan utilizar el tono más parecido al natural. Se trata de igualar, no de broncear.
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