El vinagre fue un descubrimiento casual, no fue hasta que se dieron cuenta que el vino al poner en contacto con el oxigeno por varios meses de “avinagraba”.
Desde que se conoce su existencia, el vinagre, además de ser indispensable en una buena ensalada, puede servirle en el cuidado de su hogar.
Actualmente hay varios tipos de vinagres en el mercado, entre los más reconocidos esta el vinagre de vino, blanco, manzana (sidra, arroz, jerez y el balsámico. Hoy conoceremos un poco más sobre el balsámico.
Qué es el vinagre balsámico
Se elabora con estos tipos de uvas de Lambrusco, Módena y Trebbiano. Se obtienen de la cocción que se le aplica al mosto de las uvas, éste al espesar se deja fermentar para que pase su proceso de alcohol a ácido acético.
Usos en la cocina
Se vende en todo el mundo, por lo que su uso en la cocina es muy conocido. Básicamente es el ingrediente perfecto para aliñar ensaladas y verduras. Para conseguir una rica vinagreta solo tienen que mezclar una cucharada de vinagre balsámico con una de aceite de oliva y una de mostaza.
Además, puedes usarla en los salteados de vegetales y combinarlos con pasta corta. No dudes en usarlo con las carnes, ya sea de res, ternera, cerdo o pollo, solo debes añadirlo justo antes de retirar la comida del fuego para conseguir que se impregne su sabor.
Con el pescado también es una buena opción, especialmente los de carne blanca, preferiblemente se utiliza cuando se cocinan a la brasa o grill, es decir en aquellos que su cocción sea sencilla.
Al igual que la carne se le añade solo un toque después de cocida. Incluso puede probar con los mariscos.
Aunque poca gente se atreve a usarlo combinados con frutas como las moras y los frutos del bosque la combinación de estos resulta increíble. Un toque de vinagre balsámico sobre un helado de vainilla o panacotta también complementa muy bien. ¡Todo es cuestión de gusto!
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