El amor propio es el grado de respeto, consideración, agrado y aceptación que tenemos por nosotros mismos. Es la forma en que percibimos nuestra forma de ser, carácter, virtudes y personalidad en general. Desarrollar esta relación mejora nuestra vida, la forma en que interactuamos con otros, cómo nos enfrentamos al día a día y elegimos el trato que deseamos recibir.
Esta relación que tenemos con nosotros mismos mejora nuestra salud y bienestar en general.
¿Cómo se forma el amor propio?
La niñez y la adolescencia son referentes del adulto que somos hoy en día. Si tuviste padres con carencias en este aspecto, es posible que hayas aprendido de ellos. Repetir patrones de conducta es una característica común del ser humano. Además, si sufriste abusos o creciste sin recibir muestras de afecto o sintiéndote poco valorado, es posible que seas inseguro. De aquí la importancia de ratificar en los niños lo valiosos que son. Aunque hayas tenido un día difícil, ellos no tienen la culpa. Demuéstrales diariamente cuánto los amas.
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¿Cómo se logra?
1. Confianza en ti mismo. Creer en tu potencial es el primer paso para alcanzar tus objetivos. Este valor emocional es vital para dejar a un lado el miedo a equivocarte. Eres capaz de lograr todo lo que te propongas. El amor propio fomenta la autoestima, lo que te permite creer en tus habilidades y afrontar los desafíos con mayor confianza. Te vuelves más resiliente frente a los retos y los ves como oportunidades de crecimiento.
2. Dedícate tiempo. Este es uno de los actos más grandes de amor propio. Consentirte y hacer actividades que te gustan cuidan de tu bienestar y salud mental. Sentirte bien contigo mismo es una sensación maravillosa. Ir a que te corten el cabello, arreglarte las uñas, recibir un masaje o ver una película, son excelentes opciones. Conocerte y pasar tiempo contigo, te harán valorar la persona que eres. Aprenderás a ser tu mejor compañía y estar solo.
3. Acéptate. Salud mental mejorada. El quererte actúa como un amortiguador contra la ansiedad y la depresión. Cuando te aceptas y aprecias a ti mismo, te vuelves menos susceptible. El diálogo interno negativo y las críticas externas dejan de ser relevantes. Esto genera una sensación de paz y fuerza interior.
4. Motivación y crecimiento personal. Cuando aprecias quién eres y el potencial que tienes, estás más motivado para perseguir tus sueños. Te abres a la superación y al crecimiento personal, aceptando los desafíos como oportunidades para evolucionar.
Conclusión
Expertos señalan que la clave para fortalecer el amor propio está en reconocer cada uno de tus pensamientos y cuestionar su validez. Es remplaza lo negativo con afirmaciones positivas que celebren tus fortalezas y valía. Para lograrlo, se recomienda la meditación, el yoga o pasar tiempo en la naturaleza, estas son buenas alternativas.
También se recomienda dedicar tiempo a actividades que nutran tu bienestar físico y mental. Esto podría incluir dormir lo suficiente, comer alimentos saludables, hacer ejercicio con regularidad y dedicarte a pasatiempos que disfrutes.
Otro aspecto fundamental es perdonar los errores del pasado y aprender de ellos. Aferrarse a la culpa y al resentimiento solo obstaculiza tu crecimiento.
Finalmente, para cultivar el amor propio debes aprender a establecer límites y decir "no" cuando sea necesario.
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2024-08-19
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