Entre jardines, el saludo afectuoso de las personas y las risas de los niños, la comunidad del barrio La Palomera de Baruta, en el estado Miranda, recibió a los activistas del Grupo de Trabajo del Foro Cívico Ciudad Común.
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"La ciudad desde el centro de la periferia", este proyecto, cuyo fin es desarrollar un recorrido por los diferentes sectores para conocer cómo han logrado la transformación de sus espacios públicos, con el apoyo de las organizaciones, enlace de la Fundación y Ciudad Laboratorio.
Activistas visitaron comunidad de Baruta
"Caminar juntos’, ha tenido un despliegue por al menos 10 puntos de este sector, mientras los activistas hablan de los cambios que se han realizado, las experiencias vividas y la unión en torno a las
tradiciones, forma parte de la tercera actividad organizada por miembros de Labo Ciudadano, Anexo La Casa de Todos y Ciudad Laboratorio.
El propósito de estos encuentros es afianzar vínculos y articularse con activistas de La Palomera y otras localidades, para realizar un ejercicio de reflexión y reconocimiento mutuo, y de esta manera “seguir construyendo la Ciudad Común que todos anhelamos”, expresa Mariela Ramírez de Foro Cívico.
Esta articulación en el barrio ya tiene sus antecedentes en el trabajo que las organizaciones Enlace Fundación y Ciudad Laboratorio propician desde el año 2019, con un proyecto de reconocimiento y recuperación para que los habitantes de La Palomera puedan disfrutar otra cara de su comunidad.
Organizaciones presentes en Baruta
William Diaz, habitante de La Palomera y Carol Arellano, quien con la comunidad gestiona el espacio comunitario Anexo La Casa de Todos, fueron los anfitriones de esta actividad realizada el pasado 11 de mayo por una diversidad de organizaciones como El agua nos une, Cota 905 en positivo, Plano Creativo, Labo Ciudadano, Anexo La Casa de Todos, Ciudad Laboratorio y Plural AC, que desde hace un año
crearon el Grupo de Trabajo del Foro Cívico, Ciudad Común.
Estas iniciativas de participación, diálogo y organización social quieren ser un aporte desde las comunidades al proyecto de construcción de la Agenda Social y de Derechos (ASyDD) impulsado por el Foro Cívico, con el copatrocinio de la Unión Europea.
La ciudad desde el centro de la periferia son acciones experimentales para articular, conceptualizar experiencias locales de implementación de una agenda ciudadana que busca la creación de vínculos desde la diversidad, la pluralidad y el entendimiento.
Encuentros organizados
Estos encuentros organizados por Ciudad Común bajo la premisa “el barrio es ciudad” hacen énfasis en lo comunitario como la vía que permite “la construcción de una red social, autónoma, que piensa en la ciudad y la transforma”, destacó Cheo Carvajal, miembro de Ciudad Laboratorio.
El recorrido por el barrio La Palomera corresponde al último de tres encuentros comunitarios. El primero, una iniciativa de senderismo interpretativo en la comunidad de El Naranjal realizado el 20 de abril, y el segundo, la actividad “La Cota Camina y Diseña” llevada a cabo en la Cota 905 el 4 de mayo.
Con este recorrido cierra el primer ciclo de actividades en terreno de Ciudad Común, que buscaban involucrar a los habitantes de diversas comunidades y reflexionar sobre asuntos de la ciudad y de la construcción de una agenda social.
Que aborda temas como el recurso del agua y el ambiente, el derecho a los servicios públicos, el derecho a una vida libre de violencia, el fortalecimiento de las economías locales y el reconocimiento del barrio como ciudad.
“Estas experiencias las diseñamos pensando en conectar tres comunidades: lo que hacen, cómo tejen sus acciones sociales y culturales, y cómo se vinculan en el territorio con otros. Cómo nos vemos cuando pertenecemos a una comunidad en el contexto entero de la ciudad, cómo nos entendemos y cómo el barrio se entiende en la ciudad”, detalló Carvajal.
El florecer que se derrama y llega a una bienal
El encuentro de La Palomera inició con un café para los visitantes en el jardín de la casa de Marilú Barrientos, donde los platanales están a punto de cosechar y grandes matas bordean la entrada de su hogar.
El camino continuó por los miradores desde donde se puede observar el entorno de Baruta, hasta llegar al jardín de Marina Matos, quien recibió al grupo con una sonrisa generosa y orgullosa de la diversidad de orquídeas y otras plantas organizadas en el corredor de su casa.
Y así en cada andar, los jardines de La Palomera fueron mostrando su belleza: en los patios de las casas, en las ventanas o expandidos por las escaleras del barrio, manteniendo vivo el recuerdo de su representación en la Bienal de Venecia en 2021.
Junto a las caminerías y las escaleras, los jardines formaron parte de la instalación "Ciudad Completa: La Palomera, reconocimiento y celebración", llevada a esta cita artística por Enlace Arquitectura.
Espacios transformados para la convivencia
El recorrido por La Palomera incluye una parada en una plaza adornada con una gruta de la Virgen de Coromoto. El espacio es un logro de la comunidad. “La gente venía y traía la basura aquí, yo la recogía y se la volvía a colocar en la puerta de su casa.
Eliminamos el basurero de aquí”, explicó William Díaz, habitante del sector. La persistencia de Díaz y de otros habitantes de La Palomera permitió que la basurano volviera a apoderarse de esta plaza. Ahora es un espacio limpio, que cuenta con unos bancos donde la gente se sienta a conversar.
La comunidad también recuperó un sitio –usado como estacionamiento de vehículos– para poner columpios que disfrutan los niños del sector. “Así como el basurero, este era un espacio susceptible de transformar para uso común (…) En realidad el estacionamiento lo hicieron los mismos vecinos con un relleno, y la negociación fue estacionar los carros en otro lado.
Tengo la idea, y algunos vecinos, de que este espacio se extienda como parque hasta la cancha de bolas criollas arriba en Las Brisas allá”, destacó Elisa Silva de Enlace Fundación.
Otro espacio bien aprovechado en La Palomera son las canchas de bolas criollas donde la invitación no es solo a arrimar o a bochar, sino a conversar sobre lo qué pasa en el barrio y en el país.
De tradición y religiosidad
Los vecinos de La Palomera han encontrado en la celebración de las tradiciones un espacio común. Con el impulso de organizaciones como Ciudad Laboratorio y Enlace Arquitectura se hizo visible nuevamente la fiesta de la Cruz de Mayo.
Una de las paradas del recorrido muestra a una cruz bien edificada y adornada con flores que resalta sobre el fondo de un paisaje montañoso. “Hace 50 años se construyó esta cruz”, explicó William Díaz, quien contó que su padre fue uno de los impulsores de la tradición.
La caminata continúa con décimas y cantos en honor a la cruz, realizados por la Cofradía devocional Jabillo es Baruta, en el Anexo La Casa de Todos, un espacio recuperado por la comunidad donde se desarrollan actividades culturales y sociales desde y para la comunidad y la ciudad completa.
Este recorrido por La Palomera sirvió de reflexión final para las organizaciones involucradas que participaron en el conversatorio: “Contornos de la comunidad en una ciudad común.
Experiencias para romper la separación y tejer vínculos”. Las interacciones en las comunidades abonan la construcción de una visión de ciudad y país común a partir de sus prácticas culturales y sociales que permiten el reconocimiento de todos, del centro y la periferia.
Nota de prensa sobre el proyecto de transformación de los espacios públicos desarrollado en el barrio La Palomera, en Baruta.
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