El director de 2001, Juan Ernesto Páez-Pumar, entrevistó en la Conversa 2.0 a Marisela Castillo Apitz, directora general de la ONG Acción por Venezuela, quien ofreció información relevante sobre la mujer rural en Venezuela.
Desde hace un año la referida ONG y su líder llevan adelante el programa “Observatorio Venezolano de la Mujer Rural”, dedicado a documentar y determinar las necesidades de las féminas que viven en zonas que aún no han sido urbanizadas.
El programa inició en 2021, específicamente en la población de Turgua, municipio El Hatillo, estado Miranda, donde los investigadores pudieron conocer de primera mano las condiciones sociales y económicas de las mujeres que residen en este sector.
En 2022, la población en estudio fue la ubicada en los caseríos rurales del Tocuyo, estado Lara. Allí se entrevistaron a 437 mujeres, de entre 15 y 50 años, para conocer su situación en cuanto a la salud menstrual.
“Hay unas cifras dramáticas en torno al acceso a la salud, más del 70 % de las mujeres encuestadas reportó no tener acceso a un ginecólogo, por lo tanto, eso nos lleva a otra cifra, 30 % de las mujeres no se realizaron la citología”, apuntó Castillo.
Las penurias de la mujer rural
La entrevistada destacó que el 98 % de las féminas consultadas en el sector manifestó desconocer sobre la existencia de la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH).
Pobreza menstrual. Estos datos, sumado a los obtenidos en el estudio anterior, llevaron a la ONG a concluir que las mujeres rurales, además de las limitaciones que tienen por residir en poblaciones con precarios servicios públicos, también están en la pobreza menstrual.
Según Castillo este término se define como la falta de acceso que tienen las mujeres a los productos de higiene menstrual (panela de jabón, toallitas húmedas y sanitarias).
¿Por qué el ausentismo de la mujer rural?
En este sentido, la entrevistada manifestó que 40 % de las encuestadas reportaron faltar a clases o al trabajo por tener la menstruación y no tener acceso a productos de higiene femenina o agua limpia para asearse.
“Imagínate una Venezuela rural donde nuestras niñas dejen de ir a clases por simplemente tener la menstruación y no tener acceso a sus productos de higiene personal. O una mujer que vive del día a día, sea sustento de hogar y que por estar en sus días y no tener agua limpia, incluso no tener el dinero para comprar los analgésicos, producto de los dolores que puede generar, pues deje de producir. Allí es donde empiezan las grandes brechas y es lo que nosotros queremos poner en la palestra”, manifestó la activista social.
El embarazo precoz en la mujer rural
Más de 54 % de las mujeres encuestadas reportaron no utilizar ningún tipo de método anticonceptivo, indicó la entrevistada.
Al respecto, Castillo expresó: “Aquí es donde uno puede ver la necesidad de educar en planificación familiar y en sexualidad.
A juicio de la activista social es importante ejecutar políticas públicas que puedan “sacar a Venezuela de este ranking tan penoso de embarazo precoz”.
Dólares: ¿dónde?
De acuerdo con la representante de la ONG el 50 % de las mujeres encuestadas en el Tocuyo aseguraron ganar 0 dólares o bolívares y casi el 10 % reportó tener un ingreso económico entre 1 y 10 dólares.
“Estamos hablando de que el 60 % de la mujer rural en el Tocuyo, estado Lara, se ubica en un rango de ganancia de entre 0 y 10 dólares. ¿Cómo empezamos a hablar de planificación familiar cuando ese es el ingreso económico mensual?, declaró.
La entrevista completa aquí:
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