Armando Altuve
Renata Fuenmayor pasó un trago amargo al cancelar los productos que había comprado en un establecimiento privado. La máquina captahuellas le indicó que no podía efectuar la compra.
Tras reclamar a la cajera, Fuenmayor se dirigió al gerente del supermercado, quien solo le dijo que debía notificar su queja ante la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómico (Sundde). “No pude comprar, y eso que tenía tiempo sin visitar este mercado”, apuntó Fuenmayor.
Los recelos contra el sistema biométrico, implementado por el Gobierno nacional el año pasado en cadenas de supermercados del Estado y de la red privada para acabar con el acaparamiento y el “bachaqueo” de productos de primera necesidad, comienzan a echar raíces. La Alianza Nacional de Usuarios y Consumidores (Anauco) encendió las alarmas al informar sobre un conjunto de denuncias recibidas sobre irregularidades con las captahuellas, especialmente por la presunta usurpación de identidad de compradores.
El presidente de Anauco, Roberto León Parilli, precisó que en los últimos meses los usuarios le han reportado más de 100 denuncias que alegan que, al someterse al biométrico, en los diferentes comercios que cuentan con este sistema, se les bloquea la compra o se les indica que ya la realizaron. Las quejas provienen, en su mayoría, del Distrito Capital y los estados Zulia y Miranda.
“Es recurrente que muchos usuarios compran el día que les toca y al colocar su dedo en el captahuella, el aparato le indica que están bloqueados o que no pueden realizar la compra porque ya la habían hecho”, manifestó.
León Parilli cuestionó el funcionamiento de la captahuella. “Por un error en el sistema biométrico, que se vendió como algo novedoso, resulta verdaderamente inusual”, acotó, considerando que las fallas podrían deberse, posiblemente, por una mala alimentación del sistema, de la data o de un error en la instalación.
Protección
De las diferentes denuncias recibidas, al presidente de Anauco le preocupa la vulnerabilidad de los datos de los usuarios, tras los reclamos de personas de presuntas usurpaciones de huellas dáctilares.
“El verdadero tesoro de una persona son sus datos personales y su manejo es un tema delicado. La Constitución nacional del país consagra la protección de datos, pues todo ciudadano tiene derecho a la confidencialidad, a la integridad, al honor, a la reputación. Por eso, nos preguntamos: ¿quién maneja los datos de los usuarios? ¿A dónde se alojan esos datos? ¿Están protegidos? No lo sabemos”, cuestionó el presidente de Anauco.
Dudó en qué podría ser utilizada la información personal suministrada en el sistema. “No sabemos para qué se puedan utilizar esos datos; si para asuntos políticos o delincuenciales”, dijo.
El equipo de Diario 2001 intentó comunicarse con algún vocero de la Sundde y la Asociación Nacional de Supermercados y Automercados (Ansa), pero sin éxito.
2015-09-20