La organización llevó a cabo un plan para la distribución de casi 40 toneladas de alimentos, distribuidas en cestas de seguridad alimentaria y kits de higiene.
El beneficio fue dirigido a familias de los municipios seleccionados de Miranda y Distrito Capital.
El proyecto de Convite-ACH, cuenta además con un eje transversal de formación en áreas de nutrición, higiene y salud sexual.
Desde el lunes 27 hasta el miércoles 29 de diciembre, el equipo de Convite cerró el año con una jornada de entrega de kits de higiene personal y cestas de seguridad alimentaria, así como jornadas de orientación de salud sexual y reproductiva, a familias de los municipios Páez, Baruta, Chacao y Sucre (del estado Miranda) y Libertador (Distrito Capital).
Estas acciones forman parte del proyecto Convite-ACH.
Durante estos días se atendieron a 963 familias seleccionadas previamente mediante la aplicación de encuestas telefónicas para precisar las necesidades y la situación de vulnerabilidad. La meta, sin embargo, es llegar a 1.000 familias, comenta Francelia Ruiz, directora de proyectos de Convite.
Los kits de higiene cuentan con jabón de tocador, cloro puro, detergente en polvo, pastillas purificadoras, champú, pasta dental, cepillos de diente para niños y adultos, gel antibacterial, mascarillas quirúrgicas y papel higiénico.
Mientras, las cestas de seguridad alimentaria proveen arroz blanco, harina de maíz precocida, pastas enriquecidas, harina de trigo, sardina, granos, aceite, margarina, azúcar blanca y sal. En total se distribuyeron 39,53 toneladas de alimentos.
"Las cestas fueron calculadas tomando estándares internacionales, como las normas humanitarias del Proyecto Esfera en el sector de nutrición, por lo tanto ya vienen prearmadas. Como organización humanitaria nuestra responsabilidad es llegar a los más vulnerables dentro de ese universo que está enfrentando la crisis. Esa es la ejecución práctica del principio de imparcialidad. No tenemos ni los recursos ni la infraestructura para brindarle asistencia al 100% de las personas que puedan estar necesitando ayuda, siempre recordando que la responsabilidad primaria de la seguridad, la asistencia y la protección de todos los ciudadanos de un país es del Estado”, explica Javier Manrique, coordinador humanitario de Convite.
Presentaciones de los productos ofrecidos
La cantidad de productos en cada cesta depende del tamaño del grupo familiar. Para ello idearon tres presentaciones.
La media (para familias de dos personas), la simple (para familias de tres a cinco personas) y la ampliada (para familias con más de cinco personas).
Entre los integrantes de estas familias, hay al menos un adulto mayor, grupo etario en el que se vuelcan los esfuerzos de Convite. Cada cesta representa entre 57% y 59% del requerimiento calórico en la dieta de un adulto.
“Toda la ayuda humanitaria que nosotros desplegamos tiene un enfoque de desarrollo. No es solo entregar una cesta, sino que la gente pueda efectivamente comer”, reflexiona la directora de proyectos de Convite.
Por otra parte, se llevará a cabo un componente transversal de formación para sensibilizar y ahondar los conocimientos en las áreas de nutrición, higiene (personal, familiar, comunitario y menstrual) y sexualidad.
“Este proyecto pretende atender, por ejemplo, a niños que puedan tener riesgos de desnutrición. La primera causa de desnutrición es el mal uso del agua o el uso de agua contaminada para consumo humano. Por eso el proyecto tiene un componente de educación y sensibilización en materia de higiene. Nosotros no solo vamos a hacer entrega de unas tabletas potabilizadoras, sino que vamos a impartir jornadas para que la gente aprenda a potabilizar el agua”, agrega Ruiz.
También hay una jornada dirigida a mujeres entre 19 y 59 años sobre el uso y los beneficios de la copa menstrual como método de higiene durante el periodo.
La copa, detallan los representantes de Convite, es una alternativa más amigable con el medio ambiente porque es reusable y su vida útil puede ser de hasta 20 años, dependiendo del uso y la limpieza que se le dé.
Beneficiados
En los tres días del operativo, se atendieron a 156 familias beneficiarias del municipio Libertador, 183 en Chacao, 147en Sucre (parroquias Petare, Filas de Mariche y Leoncio Martínez), 195familias en Páezy221 en Baruta (Las Minas y Ojo de Agua).
Los beneficiarios de la ayuda contaron con transporte hasta las paradas más cercanas a sus hogares o auxilio del voluntariado para que pudieran llevar las cestas y los kits con mayor facilidad, tomando en cuenta que gran parte de los representantes de los grupos familiares son adultos mayores.
Dicho proyecto se extenderá hasta el primer trimestre del 2022.
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