Por: Carlos Gabriel Lara B. / 2001
El director de 2001, Juan Ernesto Páez Pumar, entrevistó en La Conversa 2.0 a la actriz, productora y dramaturga de teatro venezolana Yessi Hernández, quien narró parte de su historia como migrante en los Estados Unidos en busca de un sueño.
Hernández cuenta que estudió Comunicación Social en Venezuela y se gradúo y desde ese momento empezó a perseguir la actuación, motivo por el que decidió irse a los Estados Unidos para formarse en el teatro.
“Llegué a Nueva York en el año 2015. No ha sido un camino fácil. En todo ese proceso ha sido un gran descubrimiento, siento que como inmigrantes nos toca replantearnos muchas cosas y uno llega a aprender nuevos oficios y nuevas tareas. A muchos nos toca llegar guerreando y buscar una manera de lograr esos sueños y esa estabilidad”, comentó la actriz.
“Hay algo muy importante que nos pasa cuando somos inmigrantes y cuando vamos a otro país y es que tenemos que tratar de adaptarnos. Estamos en una cultura diferente, aprender un nuevo idioma y tener una nueva identidad porque dejamos de ser lo que éramos y ahora somos una fusión y una mezcla de cosas”, agregó.
La diversidad en el teatro
La productora resalta que tuvo mucha suerte de haber llegado a Nueva York que es una “ciudad de inmigrantes, súper cosmopolita y la típica ciudad americana”. Al mismo tiempo, reconoce la diversidad de nacionalidades presentes.
“Tú caminas una cuadra y escuchas siete idiomas diferentes. Hay una energía muy bonita porque nadie es de aquí y a la vez todos somos de aquí y creo que esa multiculturalidad hace que esta ciudad sea tan especial. Por otro lado, hay una comunidad latina muy bonita. Vivo en una zona de Manhattan que se llama Washington Heights. Aquí la gente habla español y creo que se abraza muchísimo esa belleza de que todos somos de lugares distintos y traemos esas historias a la ciudad”, aseveró.
“Siempre le digo a mi esposo que debemos aprovechar que estamos acá y tratar tener amigos de todas las nacionalidades. Es impresionante que los venezolanos nos conectamos y punto. Somos una comunidad muy unida. Hemos conocido actores que están en esa lucha entre tener el tiempo para seguir tus sueños, pero también trabajar para sobrevivir”, apuntó la artista.
La dramaturga explica que en Nueva York hay una comunidad hispana en cuanto a teatros Off-Broadway que es muy amplia. La artista criolla expone el proceso que le tocó vivir en la localidad estadounidense.
“Al principio me sentía muchísimo más cómoda tratando de entrar en ese medio donde hay teatros. Monté mi propia compañía que es de teatro independiente trabajando con las uñas, produciendo las obras poco a poco y gracias a muchos de esos proyectos hemos sido reconocidos por la crítica de Nueva York”, aseguró.
Reconocimientos por su teatro
Además, resalta que como actriz ha sido reconocida por su gremio, lo cual genera mucha emoción y orgullo para ella como talento venezolano.
“He obtenido premios como actriz, tales como el HOLA, que es de la organización hispana de actores latinos, el Latin ACE Awards, que es la asociación de cronistas de espectáculos, también premios de artistas de teatro independiente que son los ATI, entre otros”, expuso Yessi Hernández.
Hernández comparte de qué forma empezó su desarrollo como dramaturga en medio historias que, a su parecer, son importantes para presentarlas al mundo.
“Pasó que como actriz acá no veía muchas oportunidades o personajes para latinos y para venezolanos y como artistas tenemos una responsabilidad muy grande de crear oportunidades para nuestra gente y contar nuestra historia. Eso me hizo cambiar de ser actriz a escritora”, dijo.
“Me pasó para un festival que estaba buscando un monólogo y no conseguía nada que me interesara y que quisiera mostrar y empecé a escribir y nació Forastero, que es una obra de la inmigración venezolana. Con esta obra gané el premio ARTE, también el premio de la audiencia, además el de mejor director para mi esposo”, sumó la actriz.
La migración en el teatro
La dramaturga define su obra Forastero como una serie de monólogos e historias de venezolanos que se fueron de su país y cómo ellos se desahogan en una página en internet, en la cual una chica inmigrante les responde. Es un juego entre historia y respuesta con música y coreografía. Para ella, esta ha sido una de las mejores experiencias que ha tenido.
“Fue muy interesante ver que lo que más llegaba era la historia más personal mía. Siento que nuestra labor como artistas y como inmigrantes es no dejar que se borre nuestra historia. Para mí como escritora es muy importante sacar esas historias afuera. Lo que nos está pasando como país es una tragedia muy grande; la separación de familias, todo lo que hemos tenido que vivir como venezolanos y es importante hablar de eso”, aseveró Hernández.
“Si nosotros los venezolanos y los latinos no contamos nuestra historia, nadie más va a venir a hacerlo y esa es la responsabilidad que yo siento y por eso escribí Forastero y por lo que estoy escribiendo muchas historias que quiero que lleguen”, añadió.
Sobre la posibilidad de presentar sus obras destacadas en Venezuela, la escritora señala que anhela ofrecer estas historias a sus paisanos en el teatro.
“Me muero por ir a Venezuela. Hemos hablado muchísimo para ir y buscar los recursos para financiar y montar estas obras. Como venezolanos tenemos que contar estas historias para el mundo y para nosotros mismos. El arte y el teatro es una manera muy linda de drenar el dolor. El arte sana. Es muy necesario que toda la comunidad del mundo involucre más a los niños y jóvenes en el arte, en el teatro, en el deporte porque siento que estamos creando seres más empáticos y mejores seres humanos”, puntualizó.
Aquí tienes toda la entrevista:
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